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Historia

Capítulo 3

Palabras:1056    |    Actualizado en: 09/12/2025

ista de Al

s Valenzuela, un hombre reconocido por sus terapias controvertidas y de vanguardi

ocedimiento es irreversible. El borrado de memoria no es como eliminar archivos de

giratoria de mi propia mente.

je, mi voz plana,

e una mano por su

n último recurso. -Hizo una pausa, su mirada suavizándose-. Usted es joven. Su cerebro todavía es notablemente neuroplástico. Existe una posibilid

e negué co

a. Necesito o

detuvieron

on hace cinco años, despué

a, golpeada y magullada, sin recordar quién era ni de dónde venía. Erick Alvarado, un pianista que luchaba por sobrevivir en ese e

s eran un dolor sordo-. Mi caballero. Me e

departamento, yo dibujando sus manos mientras tocaba, él componiendo melodías que fluían de su alma. Él cocinaba comidas sencilla

apturé su esencia, su pasión. Las portadas de los álbumes, las fotos promocionales...

ria romántica de la mujer misteriosa a su lado. Nunca supieron mi nombre. Nunca supieron mi cont

y se excedió. Colapsó. Llamé a una ambulancia, frenética. Estaba tan asustado. Seguía murmur

ela escuchaba

z-. Me miró, realmente me miró, y dijo: "Alicia, eres mi ancla. Mi todo. No puedo

e creí. Construiríamos una vida junt

ás fuertes. Los escenarios se hicieron má

tiempo fuera, en "negocios". Se volvió distante, distraído. Decía que

auto. Mi llamada desesperada a Erick, mi voz tembl

, un dolor fantasma se

o. Escuché una voz suave y ronroneante de fondo, una risita. Era Barbie. La escuch

usa, una muy débil, sobre estar atrapado en el tráfico. Per

o para "amigos cercanos y familia". Había publicado una foto de una cena a la luz de las velas, brindando co

ió la llamada, horas despué

es lo importante que es mi imagen. No puedes simplemente acusarme. -Su voz había estado cargada de

en su voz, la forma en que se elevaba cuando pronunciaba su nombre, la posesividad que nunca

cho, mi voz temblando-, que toda

, un sonido de pro

as palabras eran huecas, resonando

se sentía como una herida fresca. Nunca había sido realmente mí

escaneo de mi cerebro-. Cada recuerdo de él. Cada toqu

zuela asinti

ado para el próximo martes. ¿Quiere... un

rdaderamente mía. Cerré los ojos, imaginando el penthouse, el pian

inalmente-,

uela confirmó

ra Díaz. Martes

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