sta de Alic
o un olor, ahora traía las notas distintivas del escape de los autos, las nueces garapiñadas de un vendedor ambulante y el leve olor a lluvia sobre el asfalto. Mi mente, ante
teñida de asombro-. El procedimiento... no solo borró. Parece haber desblo
go hacia un pues
Alicia Mondragón. Hija del magnate bancario. Desapareció hace cinco años en Valle de Bravo.
ación de imágenes en mi mente. El yate, la tormenta, el impacto repentino, el agua fría y oscura. La risa ret
ó amnesia, encontrada en una playa. Y su nombre, Alicia Díaz... es un alias bastante común para aquellos que buscan un nue
resurgiera. Los recuerdos eran vívidos ahora, detallados, rebosantes de emoción. La calidez del abrazo de mi familia, la danza intrincada
ianza que se sentía nueva y eternamente familiar-. ¿Tien
por el cambio repentin
eñora... digo, A
fono que Erick me había dado, se sentían elegantes y capaces mientras marcaban un número que había estado grabado en mi alma des
ía con fuerza. ¿Qué dirían? ¿Siquiera lo creería
e mujer, vacilante,
sa rompiéndose dentro de mí. Lágrimas, lágrimas reales
cio atónito. Luego,
¿Realmente eres tú? ¿Dónde.
decir, una risa acuosa
. Mis padres, Carlos y Leonor Mondragón, llegaron a la clínica en un torbellino de autos caros y seguridad preocupada. Había
onca de emoción, apretándome contra su p
acariciando mi cabello, su toque imposib
lmente se había desvanecido, dejando atrás solo su esperanza tranquila y duradera. Habían estado seguros de que me había ido, perdida en el lago, víctima de
os ojos brillando con lágrimas no derramadas-. Una madre sa
les había causado dolor. Cinco años. Cinco años de su esperanza inquebrantable, mientras
spesa de emoción-. Debería haber re
tro en sus manos, su mi
cia. Fuiste una víctima. Sobreviv
ncia, bebiendo té de hierbas, mis padres me bombardearon con pregu
con cuidado-, ¿recuerdas
stinto, en el torrente de recuerdos restaurados. Mi amor de la infancia, con el que siempre había imagin
las se so
nté, mi voz un p
tre dientes, un so
a por siempre. -Me guiñó un ojo juguetonamente-. Ha estado dirigiendo Elizalde Tech, lo convirtió
en mi pecho que no tenía nada que ver con el t
-pregunté, una sonrisa tí
te tan estoico, solt
ninguna mujer después de que desapareciste. -Intercambió una mirada cómplice con
abrieron d
¡No lo
o unas palmadi
rece saberlo.
o. Después de todos estos años. Después de todo el dolor, la traición, los r
lodioso. Mi corazón saltó a mi garganta
ó, con un brillo d
po "Erick Alvarado". Y ese personaje de "Barbie Campos". -Su voz bajó, volvi
almente formi
a borrarla legalmente. Eres Alicia Mondr
a armadura, como un hogar. Miré hacia la puerta, lista para lo que viniera después. Ya no e

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