o había sido una idea que disfrutaba del todo procesar en mi cabeza, al llegar la noche no pude darme el castigo de tan solo

e por alguna razón me emocionó y más cuando aquel hábito de lle

gesto? —pregunté mirándole d

ntó colocándos

me mirara para después rodear lo

a carcajear, negó mirán

esto, eres una exagerada

u auto de calzados, eh? —pregu

a tonta,

tonta —sentencié después acomodándome s

edo arriesgarme a que su padre me vea p

chazo del padre de la chica que quería, pero aquello no l

guntó y lo miré por unos se

parezcas en medio de la noche con tu chic

romeó también y lo miré con asco dá

uc

s hecho antes —me regañó aún con la vac

rmó en el auto y Thiago pudo notarlo. Me miró de reojo sin despegar la mirada de al frente. Pareció entender lo que pasaba sin que siquiera le dijera qué era lo que había cruza

de reojo, pero manteniendo la atención al frente d

er mi cabeza en el respaldo del

sité más para m

ente para que ambos no dijéramos algo más. Relamí mis labios cuando comenzamos a pasar por ca

enderecé de nuevo en mi asiento mira

mada sintiendo como mi corazón se detuv

de más? —dijo mi mej

ioné y Thiago me

O, ¿po

no,

mejor amigo frunció el ceño d

mpre íbamos a

diferente —le reproché mirándol

n fue LAVO. Aparte, ya conocemos ahí, Val —me miró confundido y desp

ntaba.

legamos al lugar y Thiago aparcó el auto a

xtrañado y confundido. Alzó una ceja casi analizándome y después de unos seg

claro que no lo hacía—. Es por

e aquel lugar era la persona que me había arruinado. La persona que me había hecho renunciar a la persona de la que estaba e

l hombre que tenía por hijo a un chico que me había también arruinado y hacerme sentir s

mi mejor amigo no sabía la

n punto tendrás que salir adelante del todo. No podrás seguir ocultándole y

as cosas n

e vamos a bajar, vamos a entrar y nos vamos a divertir

lir de mi boca, Thiago bajó del auto rodeando este para venir hasta mi puerta y abrirla

sus cejas repetidas veces de manera divertida y aunque una sonrisa a

údame a salir del i

os me carcomían cada poro de mi piel sin siquiera poder calmarlos un poco. No me separé de Thiago en ningún momento. Me daba miedo mirar aqu

tan solo tomó un poco debido a que iba a conducir de vuelta al apartamento, así que se encargó de que tomara lo suficiente

ré junto a la barra e igual me hizo tomar más de lo que e hubiese permitido antes. Llegó un momento donde simplemente dejé de darle

terminara de bailar con quien sea que fuese su nueva conquista—. ¿Te puedo invitar

irada fija en algún punto. El alcohol comenzaba a hacer efecto en lo más prof

tacones fueran altos. Moreno. Cabello negro o café. No. Negro. No. Café. No sé, mi vista cada vez era má

aquella fue su respuesta cuando hizo una seña al bartend

acercándose un poco más y

or alguna razón mi cabeza trataba de d

a? —pregunté siguiendo con aquel

ió en su rostro. Rió un po

contestó a m

era, pero entonces sentí la mano del chico colocarse en mi muslo. De inmediato mis ojos fueron a mi muslo

eguntó muy cerca de mí casi sintiendo s

a un trago y ahora me incitaba a ir a bailar con él. Sonr

lando. Recordé las palabras de mi mejor amigo de una noche antes. Probablemente sí necesitaba salir de aquella burbuja en la que me había encerrado a mí misma por o

el juego incluso sorprendiéndome por el que me

sta vez mientras se giraba para tomar el vaso d

e lo tomara. Bajé la mirada la bebida. Me

Es

ach —terminó d

as palabras de Thiago impregnaron en mi cabeza como bala y sin pensar le quité el vaso aceptando este. Sonr

ejó tan solo un paso pasa

endo con él a la pista. Donde me sumergí en

idos. En ocasiones llegué a sentir mareos y apenas lograba sostenerme en mis pies. Estaba consciente de que el chico me tocaba y abrazaba, pero al mismo tiempo no lo estaba

ganas de sentir más que un solo roce me invadieron y me preguntaba por qué de repente me sentía de esa manera. Las

uy cerca de mí y lo siguiente q

pudo reaccionar bajo los efectos del alcohol. Luego sentí de nuevo algo duro sostenerme firme sobre

chi

cerrando los ojos y soltando un s

scuché preguntarme mien

é. Solo pude reír por la ironía d

ebida que aún permanecía fría y dulce. M

enfocaron en la bebida que antes yacía en mi mano, había caído al suelo haciéndose el vaso añicos. Susp

limbo. Después subí la mirada a mi chico quien volvió a tomarme

ría mientras rodeaba su cuello y l

mi cintura, me separó lo suficiente

sé como quitarte lo gruñón —juguetee con mis dedos en su cuello subiendo hasta su

ba a mi mano sobre su nuca y me tomaba por la muñeca

apartó, pero sin soltar mi cintura—. V

y me tomó fuerte de la cintura después haciéndome c

lo hacía

andón —mascullé mientras cam

e las luces violetas y rojas predo

eé y sentí casi perder l

escuché maldecir y entonces me sacó p