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Historia

Capítulo 2 CAPITULO 2. “INDIFERENTE”

Palabras:4390    |    Actualizado en: 28/09/2021

trada en la acción que estaba realizando porque cuando escuchó aquella p

a de qu

encontrarse de lleno con unos profundo

itubeo Liz con vo

iosa y avergonzada por lo sucedido en la mañana. Así qu

as a

sentado, Gabriel la hi

on mirada despectiva, pasaba a ser una persona bastante profesional. Sin embargo, debía de adm

écnicamente aun no comienzo a trabajar". Pensó la chica de ojos verdes co

ió ese hábito de jugar y piñizcares las manos para calmarse

la sensación de que la estoy intimidando", Pensó él. No obstante, se apresuró a deshacer aquellos pensamientos que no eran propios de la situación. Debía co

o en la situación, ya que todo lo que estaba sucediendo había sido consecuencia de su mal genio, no er

a ánimos de sonreír, pero quiso hacerlo al recordar su enfrentamiento con Liz. A diferencia de su aparente timidez no se quedó c

sí, pero solo por parte de su familia, con quienes compartía un fuerte vínculo.

interna

ó a mirarlo fijamente a los ojos y sostenerle la

había olvidado un poco como era ser una persona, ya que, desde hace años en ese recinto se hacía lo que él decía. Sus deseos y ordenes eran absolutas, ya sean personas jóvenes o mayores y ni hablar de las mujeres. Esas criaturas sedientas de su atención eran las

as indicaciones de lo q

plado con sus verde

?" Fue todo en lo e

orrería? ¿Se quedaría con el trabajo? Liz dejo escapar

sonrisa. Ella era extraña, y sin duda no

ntusiasmada de lo que le hubiera gustado. —Inclu

ia no es un juego, soy una persona ocupada y alguien que se toma muy enserio su trabajo. Espero que seas i

puerta al salir. Ella tomó su asiento y comenzó a trabajar de inmediato, ya que, si se tomaba un tiempo

ho

elo dejando el eco de un sonido demasiado alto. Liz cerró los ojos y deseó poder escabullirse

aberla asustado, y quizás había puesto demasiado énfasis en su mi

Tienes una hora, ni más ni

rugo e

son cuare

estaba dando veinte minutos más de tiempo y ella ¿estaba protestando? Gabr

evo jefe comenzaba

lla tragando saliva, y sin esperar respuesta de Gabriel, bajó y se arro

ba siendo ignorada por la muchacha, así que,

te. Recién llevaba media mañana y solo quería acostarse y olvidarse de este día, hacer como si nunca hubiese existido. "Tengo que hacerlo por el dinero, en ningún lado me van a

entro en la gran caja metálica mientras veía como los números descendí

puertas en el piso quince y un joven de cabello castaño apareció. Ambos se miraron por

el ascensor en silencio

ñor Gabriel, pero al ver un rostro nuevo, recordó inmediatamente que ella le había comentado que estab

eía. Su pequeño rostro se veía joven, y aunque era un poco delgada para su gusto, podía ver el atractivo de este. Sin embargo, lo que más le llamó l

lazo de Ame? — P

ó al escucharlo

na persona hablándome!" Se r

abras del chico. ¿Había dicho Ame? ¿Quién es Ame?, se preguntó la muchacha, pero entonces r

cretaria del piso vei

ayor. — Liz asintió en comprensión, y ahora que lo veía mejor, tenía u

una vez más. —Soy Lucas— se

tía, lo cual Liz agradeció. —Lizbeth, pero

además, también necesitaba un guía, porque ella estaba segura de que ter-minaría perdiéndose y lleg

to, pero Lucas estaba decidid

s tu primer día. —Liz hizo una mueca al reco

í. Amelia fue muy considerada al dejarme

dejando ver su p

ble trabajar con Don Gabriel c

racioso ya que ambos parecían casi de la misma e

en? Era muy extraño. ¿Dónde estaba la gente mayor que solía ver en la televisión d

ato abrió sus puertas. Liz se hab

Pregunto Lucas con un

con el ceño fruncido. "¿

onsejo comer, es malo para la salud saltarse las co

no Eres tú". Su conciencia la había reprendido muchas veces para ser solo un po

a, se habría perdido. Doblaron por unas esquinas hasta que llegaron a

es la hora en que almuerza mi piso— él sonrió—. Mi hermana es una sola persona, por lo que habló

cas y la pelinegra solo lo siguió pensando en

da y todo se veía apetitoso. Ella no tenía hambre, sin embargo, optó por servirse una porción de salmón con

ue quedarás con hambre. ¿Quieres que pida un postre para ti? —preguntó Lucas con preocupación mientras tomaban a

ver a una señora mayor de aproximadamente cuarenta años, la cual, vestía un tra

o de mi hermana. —Dijo el cas

rio levantando sus manos en forma de defensa. —Por favor no dejes que ella te forme una mala imagen de mí. Solo soy alguien muy simpático—bromeo Luc

xigente, pero es bueno en su trabajo. —dijo la señora antes de pasar de

iz se alegró de haber escogido aquel platillo. Sin embargo, seguía recibie

esperaban a una chica tan joven— dijo Luca

que te vean con alguien que no sea tu her

que no lo parezca, solo como con mi hermana. No paso tiempo

como él no pasara tiempo con otras personas. É

No esperaban que en CEO contratara a alguien como tú—Lucas alzó l

susp

que fuese para tanto. Todo se lo debía a su crema hidratante y quizás a su genética. Maggie bromeaba diciendo que era una belleza natural, aunque ella no entendía muy bien a que se refería con ese término, pero le gustaba cuando ella se lo d

veinticuatro años—

ntonces te gano por tres años. —

saba que en este tipo de empresas solo trabajaba

vertida, un tanto adorable y además parecí

l futuro, casi la mayoría s

nto Lucas era todo lo contrario a su jefe. Era divertido, simpático, amable y lo que más importaba

a en él, no lo había

aquí? — Pregunto L

n? ¿Don

asin

en su oficina o come fuera. —respo

odo a ella no tendría por qué importar

e fue sin antes hacerle prometer que al día siguiente se encontrarían a la misma hora para repetir

edaban veinticinco minutos, pero quería ir al baño. Esta mañana Maggi

n muchos productos y le dijo que debía usarlos para dar una buena impresión. De momento solo había aplicado mascara de pestañas y labi

ndo se percató de que no tenía su bolso con ella, p

pleto silencio y su bolso estaba encima de su escritorio. Caminó lo agarro y comenzó y se ido la vuelta para volve

dos no dejaban mucho a la imaginación ya que cada vez se iban hacie

s femeninos incrementaban, esa convicción disminuía. Liz podía ser ingenua pero no era tonta y enton

al". Pensó mientras reanudaba

ra asunto suyo. Haría de cuenta que nunca escuchó nada y seguiría haciendo su trabajo. Pero pese a todo su enfado e indignación, no pudo evitar sonrojarse al pens

hormonal". Su conciencia se estaba hartando se su compor

Paramore, indicándole en la pantalla que su mejor amiga la llamaba. Liz se asustó y palideció, tomó e

ba bloqueado y sus manos no le obedecían. Si el la descubría esta vez no se salvaría. Apretó todos los botones de

menzaron a cerrar, pero no sin antes ver a unos profundos ojo

susurro su yo interior… y lo peor

dicho que volviera en una hora? Gabriel miro el reloj en su muñeca, est

por mucho tiempo

ndicado. Con Amelia esto nunca había pasado, y si ella sabía o sospechaba sobre lo que hacía en su oficina, nunca lo hab

o de su secretaria seria alguien de la misma edad que Amelia, incluso esperaba a alguien mucho mayor. ¿Pe

s recogía su ropa interior sin ninguna pisca de vergüenza por

lamado a esta chica de la cual ni recordaba el nombre. Bueno, tampoco es que le importase, después de todo la había conocido en una de las tantas reuniones sociales a las cuales asistí

al trabajar— dijo Gabr

lo miro c

explico Gabriel. "Si es que vuel

n estaban perfectamente vestidos. Él la est

Pregunto la chica mientras se

s que no la llamaría de nuevo, ella sabía bien en que se metía cuando aceptó tener sexo con él. Porque Gabri

e los encuentros, ellas siempre pensaban que podí

rminos una vez más, Liz apareció se levan

or decir algo, pero la joven pelinegra lo in

delantó para este el viernes. —dijo Liz sin

ró ninguna expresión en su rostro. No obstante, Gabriel no fue capaz de

ba con Gabriel se le tiro en los brazos y le plantó un beso en los labios demasiado apasionado para que la pelinegra presenc

raba con desprecio a Liz. —Ha sido fantástico estar contigo, mi amor. —la m

cómodo se instaló

incomodad, pero para sorpresa de la j

o con su oficina no es de mi incumbencia. Solo soy una secretaria provisoria, no debe darme ninguna explicación—Liz t

jos de aquella muchacha era una persona horrible. Gabriel no comprendía como todo había llegado a ser de esta manera. Por lo general, él

mirar". Fue todo lo que pudo pensar Gabriel ante

uras y gustos de su jefe, lo haría. Sin embargo, por alguna razón eso la hacía sentir muy incómoda y le rogaba a todos

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