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Historia

Capítulo 4 “FIESTA”

Palabras:5126    |    Actualizado en: 20/10/2021

a hubiera pasado su primera semana. Una semana menos

on Gabriel, solo lo justo y necesario y esperaba que así s

gustaría admitir, y se odiaba por eso. Aunque también sabía que nadie la podía culpar, después de todo tenía ojos y reconocer la belleza de otras personas no tenía nada de malo. Además, al no tener suficiente experiencia con el sexo opuesto le hacían las cosas más difíciles, sobre todo cuando Gabriel la miraba con esos intensos ojos azules. Incl

n respecto a su incomoda relación laboral, tenía que dejar de pensar demasiado y solo concentra

ón de esta noche? — habló Gab

s, casi impacta contra el techo del susto

iza me veré". Se dijo a sí misma mientras su

olo hace falta que llegue la invitación para hacer el encuentro oficial

diría que estaba ocupada, pero Gabriel reprimió una diminuta sonrisa al ver cómo ella trataba de fingir serenidad. Sabía que lo correcto era volver a su oficina si ya todo estaba conf

cerlo, Liz le llamaba la atención. Era interesante verla luchar contra sus instintos. Gabriel era consciente sobre lo intimida

criticó. Gabriel intentó ignorar esa curiosidad que Liz había despertado en él, después de todo era una empleada más a su cargo. No negaba que en un principio le irritó ver lo despreocupada y poco pe

rtó la vista del monitor haciendo que sus ojos se encontraran. El corazón de

muerzo, no le dejaban ganas de volver a poner un pie en ese sitio. Pero sabía que estaba siendo infantil y poco prof

—Respondió Liz haciendo u

da, le causaba gracia al escuchar como ella lo llamaba “señor”. La trémula voz de Liz, que casi siempre era temblorosa o asustadiza, se transformaba cuan

lemente rápido y la ho

EO. Aunque claro, eso no quería decir que estuviera prohibido su acceso. Cada ciertas horas asistía el personal de limpieza, y también algunos días

censor, una cabellera castaña apareció y Li

ludó Lucas con u

ú— conte

verla, y aunque Liz se sentía feliz por

—estaba en la recepción. Como saben que mi hermana es la secretaria de don Gabriel, me pid

stumbrado a que Lucas le tomara el pelo con ese tipo de bromas, p

. Pensó Liz mientras pasaba los de

los pocos pasos hacia la oficina de su jefe y se giró para mirar a su amigo. —Entrego esto y vamos a comer. —agregó con una sonrisa. Ella estaba por t

ón para esta noche. —L

e su secretaria. Gabriel lo conocía, era Lucas Anton, hermano de su anterior secretaria. "¿Qué ha

hacia atrás con evidente nerviosismo—,

sta tomaba su bolso y Gabriel fr

aria". Fue lo único que pensó Gabriel mient

amente. Cuando Lucas hizo contacto visual con él, éste le lanzó

a otro, miró a Gabriel, quién pasaba su mirada desde Lucas hasta Liz y v

e pasaba? ¿Por qué sentía la necesidad de ir y tomar a Liz por el brazo para que no esté tan cerca de ese empelado? Ella era solo

que eran sus pensamientos se auto regañó. "No

mano por su sedoso cabello y dejo salir un suspi

te. —dijo Gabriel mientras se girab

su nombre de pila, pero como su jefe odiaba

uiero ver el menú de hoy. —agregó fingiendo entusiasmo. Aquello era una exc

comenzaron a descender dentro del ascensor. —como

o parece. —Liz no encontraba una razón para esos extraños cambio

pensar en él". Se dijo a sí

cas siempre era una tortura. Pero, esta vez volvía feliz

Liz tenía la ligera sospecha de que se llevarían super bien y que podrían llegar a tener muchas cosas en común. Por otra parte, Maggie, tambi

ó con paso apresurado de su oficina. Liz quedo perpleja al ver a Gabriel con expresión de preocupación. Esta

na, pero sabía que no lo acompañaría ya que la invitación estaba demasiado encima. Gabriel se paseó de un extremo de su oficina a otro. Él no podía llamar a ninguna de sus aventuras, ya que eso les daba esperanzas y no e

mí, no me queda otra alternativa"

quien quería como socio para su empresa. Ese hombre poseía prestigio internacional a nivel de diseño arquitectónico y construcción. Gabriel deseaba que se

más jóvenes en ser director de una empresa con prestigio. Si o si tenía que asistir con acompañante y

e para describir a las mujeres, pero sin darse cuenta había usado la palabra . No obstante, arrojó lejos aquellos pensamientos que de momento no estaban siendo de

a mi esta noche. — dijo Ga

lgún significado que no sonara tan indecente ya que no sabía cómo interpretar aquellas palabras. Sin embar

dio cuenta de lo mal que había sonado todo a

necesito como acom

iz estaba comenzando a perder la calma, si él nuevamente decía algo que pudiera malinterpretar, sin

n y volvió a hablar. —No era mi intención que mis palabras fueran malinterpretadas. Lo que quise decir, — Liz entrecerró los ojos amenazándolo con la mirada. —es que nece

que Gabriel le estaba solicitando. ¿Acaso que

cree que es?" Volvió a pensar Liz. No es como si le estuviera pidiendo que fueran un helado. Le estaba pidiendo que asista a una recepción. Un lugar donde asistiría mucha gente influyente, gente que ella no quería ni tenía que conocer, además, no estaba dispuesta a ser

especifica mi contrato. Así que no, no puedo asisti

us expresiones, hubiese abierto la boca p

adie o ¿acaso necesitas que lo

no asistía por las buenas, lo haría por las malas. No estaba dispuesto a aceptar un no como r

boca para discutir, pero Gabriel volvió a hablar. —No está dentro del contrato, pero t

mbiciosa? En este empleo ella ganaría un buen sueldo, más de lo que necesitaba para sobrevivir. Si q

ras extras. Y aunque no me pidió este consejo, —Liz miró a Gabriel

da en que su reputación estaba salvada. Pero sin duda su nueva secretaria era alguien de teme

se sorprendió cuando este puso ambas manos sobre el escritorio y quedaba a centím

, espero no llegue tarde o me veré en la obligació

untó Liz de la nada, pero inmediatamente recibió una bofetada de su propia conciencia. Quería ser capaz de articular alguna respuesta ingen

el era consciente de ese atractivo y lo usaba contra ella. Eso, era algo que encabezaba su lista de “Por qué o

r— Liz hizo una mueca al

e demostraba triunfo. Lo había conseguido. Aunque su mé

ustado. Estaba nerviosa, le habían comenzado a sudar

o todos los días, Maggie la e

inmediato su nerviosismo. Liz, sin darse cu

miró con la boca abierta. ¿Acaso era adivina? Pero

e suspiro de resignación, no tenía caso negarse. Maggie era buena consiguiendo lo que quería y con Liz no er

o comillas con los dedos e imito la gruesa voz de Gabriel—“No se lo estoy pidiendo señorita Tyler, se lo estoy ordenando”—la imitación hizo reír a Magg

ave? ¿Acaso lo te agrada lo suficiente como para no querer ir con él? —Liz dejó escapar otro suspiro, esta vez era un suspiro de frustración. Era

que nunca he ido a una de esas c

go que te vendrá como anillo al dedo. — dijo Maggie con entusiasmo y una sonreír que a Liz

sen las nueve de la noche y Liz estaba

no provocativo, o al menos esas habían sido las palabras con las que Maggie había descrito el vestido. Además, como algo extraño, le quedaba perfecto y se ajustaba a sus curvas con precisión, pero Liz se sentía incómoda ya que nunca había usado algo tan llamativo. Incluso se había maquillado—en realidad había sido Maggie—para la ocasió

cama de plaza y media en la que dormía Liz. —Te ves como

mala manera. —Admitió Liz. —Pero es

hacia el espejo, se paró al lado de su

nadie, es como tener dos personas frente a mí y aun así seguir siendo tú. Te ves realmente hermosa e impresionante, además, estoy acostumbrada a ese tip

uyo te vea y se quede mudo. Quien sabe, quizás se esta noche se

mente corto. Maggie estacionó su auto y a Liz le comenzaron a sudar las manos, como siempre que

o del auto, pero

los ojos— lo dije en serio. — Maggie le guiño un ojo a su ami

. —Tienes que describirme su cara de sorpresa cuando te vea, graba cada detalle para que después me

o se hubiera ido tan rápido. Se giró quedando de frente a la empresa. Estaba oscuro y de noche todo el recinto daba una imagen tenebrosa, fantasmag

te no daba indicios de aparecer. Saco su celular y vio que aú

Pensó Liz mientras el v

tos más y Gabrie

reo que haya sido tan canalla como para no avisarme". Volvió a pensar Liz con enfado al imaginarse que Gabriel la dej

autopreservación, su brazo se movió y le

golpeada. Realmente él no esperaba que Liz le reaccionara de esa manera. Aunque d

o se apoderaba de ella. Liz quería que se la tragara la tierra en ese preciso momento y l

esivos. Él no había tenido tiempo de contemplar a su acompañante, pero ahora que lo hacía, tenía que admitir

rase atractiva—ya que nunca la había visto utilizar mucho maquillaje y su traje no era para

de rojo. Sin duda no esperaba asombrarlo de verdad, pero en un rincón de su ser, se sintió orgullosa de pr

eguntó Liz sin ser capaz de form

as con la voz más gruesa de lo normal

al gesto, pero no pudo evitar que un ligero malestar pasara por su pecho. Nunca habían re

ante, la dirigió hacía un increíble deportivo de color negro q

ser malditamente genial e increíb

de asombro. ¿Acaso el acostumbraba a tener gestos como esos? Liz no podía imaginar

el asiento del piloto, y sin darle una mirada e

quería deshacer aquel incomodo silencio, pero no sabía que hacer o decir. Así que dejo escapar un silencioso suspiro. No era su trabajo caerle bien a su jefe, as

tema de conversación ya que de por sí era un conquistador innato, pero ¿Por qué le costaba tanto con esta jovencita? Tal vez era por

igada, comprendo su enfado"

primera vez que asistía a un lugar tan importante, además, asistía con un hombre que po

iba a ser una larga, larga noche. De pronto, deseo estar en su cama, to

_ _

Hola!!! Mucho gusto

aún, pero me esforzaré por traerles una novela que amen!!! He leído los comentarios y me alegra que de momento les parezca interesante <3 Aún no sé que días actualiza

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