img El tesoro de Gastón  /  Clásico 8 No.8 | 32.00%
Instalar App
Historia

Clásico 8 No.8

Palabras:1566    |    Actualizado en: 14/11/2018

iendo de tripas corazón-. Aún tenemos fiambres del viaje, y hay media botella de ponch

que en paz descanse… No sé cómo estaría esto en vida de don Martín. Pero siendo ya muchachona, vine a asistir a mi padre cuando murió, y me acuerdo muy bien de que aquí no faltaba cosa ninguna: ni el mueble de seda, ni las camas con adornitos de metal, ni la blancura en los ar

a imposible, resolvió despachar el ala de pollo y la terrina de hígado trufado que aún le quedaba, y enroll

cibera, y sacudiéndose y esperezandose, examinó mejor la sala donde había pasado la noche, encontrándola, si cabe, más maltratada y lastimosa. Sin embargo, una

isonda de sus asuntos en Madrid, de las caras compasivas o desdeñosas que suelen ver los tronados; huía de los compromisos, del veraneo en Biarritz o en Bélgica, en el suntuoso château moderno de la Casa-Planell, de todo lo que antes formaba su placer y su costumbre… Volvía a Landrey, a la casa de la familia arrojado por la tempestad. Sin embargo, el te

sobre todo… Buscarás un carpintero y un albañil… ¡ah!, y un vidriero… Hay qu

-suplicó ella presentándose

de bonísima gana

gateaban la ordeñadora los bribones de

, págales

ero de la aparcería y el establo y todo! -refunfuñó Telma saliendo con

. En los techos, sobre todo, notábanse huellas de vandalismo; las vigas arrancadas y el pontonaje descubierto. Varios salones, amueblados antaño, carecían de mobiliario, no quedándoles más que algunas sillas cojas, ordinarias, que jamás debieron de pert

ida vegetación que alfombraba el patio, sólo blanqueaba un sendero, abierto por el paso de la gente. La fachada que caía a este patio era la del cuerpo de edificio donde había dorm

por mi tatarabuelo, a quien debía de parec

sus ventanas, proclamaba a voces ser construcción del siglo XV, época de esplendor para los señores de Landrey, ya entonces bien arraigados en el país, y siempre protegidos de los reyes de la casa de Trastámara. Prolongábase el recinto fortificado hasta mucho más allá de la torre, y formaba una especie de arrecife sobre el valle, indicando cuánta tuvo que ser la resistencia y poderío de aquel castillo, frecuentemente amenazado en las guerras de Portugal y en las luchas intestinas que señalaron el advenimiento al trono de la primera Isabel, en perjuicio de doña Juana, la Beltraneja. Parte del recinto, el que gozaba del medio día, se había utilizado para construir el Pazo y plantar el huerto; en otra parte se cosechaba maíz; pero todo un lado, el que dominaba el río, encontrábase lo mismo que en tiempo

ítu

N

amente más de lo razonable a reconocer la configuración de una muralla, o la dirección de un pasadizo. Despierto el apetito con el aire puro, volviose a casa a esperar a Telma, que de allí a poco apareció por la calzada seguida de un borr

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY