des andar y volar por aquí se ven alegres y entusiastas, parecen reconocernos, es extraño pensar que ellos creen realmente que estamos aquí por una razón

a nieve sobre las flores, me voy por un momento, vagando en estas imágenes que parecen reales, trata de enseñarme lo que un día fue mi n

o mágico que es este lugar, Jack tomado de mi mano me mira radiante ante la esplendorosa naturaleza que los dos observamos, las cosas siempre pasa por razones confusas pero siempre tiene una explicación, nada es más bo

blanca vuela, sus alas plateadas brillan con la luz del sol, puedo escucharla resonar su voz en un eco que solo aparece en mi cabeza, c

, me dice Sofía —no cabe duda que tant

rgarita le digo, sin pe

pente —es un gusto verte de nuevo después d

lamo sorprendid

te entrego mis alas, te llevare como antes

e seguía cada mañana, l

lo he hecho, estaré

para mí un honor que agás esto por mí, sin ser nadi

nza a volar —llámame y yo volveré a ti, n

con quien hablas, preg

va —nadie puede oírla su al

rece que se

después seguimos caminando, solo a ella se le ocurre eso, es demasiado extr

tamos justo en la orilla cuando un trozo de tierra se rompe y me hace tropezar, está muy alto, caigo hacia adelante, me sostengo de una rama prensada en las rocas, Jack intenta sujetarme con su mano pero está muy resbalosa, la rama se cuarte y rompe, solo quedo sujeta de la mano de Jack —sujétate bien no voy a soltarte, aguanta un poco te voy a subir, se ve desesperado, en verdad es muy alto, la mitad de su cuerpo sostenida por las rocas que amenazan con caer y la otra mitad colgando, para intenta

a vuela hacia mí, pero es demasiado tarde y no puede alcanzarme, no es tan rápida, sus alas no son tan ajiles, estoy a punto de llegar al final, sintiendo que el avismo me perfora el corazón devorando todo el miedo que me llenaba el cuerpo y de la nada mi paloma blanca sale a mi rescate, sosteniéndome con sus garras cuando casi toco el s

riría, que para mí todo había terminado, supongo que todos alguna vez al verse en las mismas circunstancias piensan lo mismo, ese momento se quedara grabado en mí y también en Jack, ahora sé qu

e horas con Jack, me pregunta lo mismo, que sucedió, en que

lgabas y no podía subir

me dio miedo sí, pero sen

rte subido, p

os tres de no haberlo hecho, quería salvarte y

ría vivir así de esa manera, sintiéndome culpable por ti o Vanesa sabiendo que arr

enta a mí misma o como se sentirían después de esto, sabía que no

iremos en el intento de vivir para siempre, pero será j

me siento, me da u

que paso cierto, al pensar en nosotros, más que en tu propia vida le darías sentido a tu muerte y nada de lo pasara después sería en vano, así c

ría que nada le pasara a

repetirse, pero qué más da si ya demostré que puedo vencer el miedo y que soy capaz de enfrentarme a la realidad, ahora puedo dormir un poco, después de

llante de un hermoso color, hemos llegado hasta un reino llamado Darste

terminara y que pase lo que pase Jack estará conmigo, aun deseo saber dónde están mis amigos, después de llegar aquí no supe lo que me esperaba, nunca pude entender el valor que se necesita para estar en un mundo como este, me siento vacía sin ellos, preocupada y angustiada pero

y aun así me lo pregunto todo el tiempo ¿Cómo existe algo así?

us mentes, Brenda, Max, Roger y Andy están asustados, no saben hacia a donde ir o como escapar, sus manos tiemblan de frio y esta oscureciendo, hay ruidos entre las montañas y no paran, durante los días que yo simplemente camine, ellos sufrieron, han tenido terribles consecuencias y solo ahora puedo verlos, no puedo hac

tamos, pr

y frio, debemos irnos de aquí, con

ta Mel, Jack y Vanesa, se

tal vez encontremos a alguien que pueda ayudarnos, n

a de cómo llegamos

una especie de por

nua Andy, parece que entre más lo piens

me cómo llegamos

re y sed, empezaron a desvariar muchas más que cuando estábamos en el bosque, a atacarse unos a otros con palabras hirientes, sus voces que suenan a lo l

Brenda, ella tiembla el frio

grito y me levanto de un salto Jack me sostiene el rostro y me dice que me calme, —está bien, todo está bien solo fue un sueño —no lo es Jack, ellos no están bi

sueños que no se iban de ellos mientras vagan h

o tiene recepción

ees que en es

estamos soñando este lugar no exist

mencionar que todos estamos dormidos teniendo el mi sueño —perdón es q

do hasta encontrar un

no se nos ocurrió, porque no lo hemos hecho todo el d

r, si en primer lugar no hubieran ins

obo entusiasmad

evo, porque los dos siempre lo hacen,

ncontrar a los demás y si tenemos que cami

ue haga es mi hermana, nunca deja de molestar, siempre va a ser así

io ya se está haciéndose de noche y no sabemos lo que pueda pasar, caminaron hasta que el día los vuelve

encontrar un lugar donde pasar la noche, donde d

mos a ningún lado, el agua ya casi se

ron a descansar, Roger está mirando a lo lejos, donde el atardecer es hermoso, pero a la vez escalofrí

ta, sé que ella y todos pasamos por lo mismo pero no me preocupo porque está en buenas manos, Jack es valiente y cuidara de ellas sé que no les pasara nada mientras Jack este ahí, ahora nosotros debemos de estar un

endas en sus mochilas, de usarlas como abrigo, cu

ndo hacia una sombra que se ace

ar estremeciendo en sus ojos, su coraza azul destellante ilumina las vastas montañas, esta tan enojado de encontrar intrusos en las colinas, los toma con sus dos garras, haciendo pregunta tras preg

ey Rachim y que el m

s trata de explicarle lo que paso,

harlos siguen gritando una y otra vez, diciendo —no somos intrusos, pero él no los escucha solo sigue voland

eros hasta saber q

seguía insi

Brenda —ahora com

Roger algo angustiad

de nuevo, tratando de calmarlos Max —no es tiempo de discusiones, debemos hallar la manera de soltar

ligro debemos ayudarlos» —solo es una pesadilla Mel, —ellos los tienen Jack,

aman la celda del Invelo, está cubierta de rocas calientes, que emanan pequeños líquidos rojos de día y por la noche el frio la c