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Historia

Capítulo 8 || CORTE ||

Palabras:8146    |    Actualizado en: 05/02/2022

jo sus pies, del frío contra su piel, el olor de la naturaleza en su nariz, el

dmirar el exterior. Como la futura reina, no podía simplemente ignorar mis responsabilidades para tomar un poco de aire fresco, así que cuando la situación

or desconocido de un palacio que no había querido visitar,

e de fuente. Al costado izquierdo de los caminos, que era lo que alcanzaba a ver desde mi ventana, comenzaba una especie de laberinto de arbustos cortos, apenas lo suficiente para llegar a

r todo el día encerrada en la habitación ya que, a final de cuentas, m

a, Ba

jes

iempre, Bastian seguía el protocolo todo el tiempo como si no

licita su presenc

as mujeres que le calentaban la cama, era dar la imagen de una famili

initivamente iban a empezar a interesarle los míos. Después de todo, el rey dependía de

petece aguantar hipocresías antes de mi presentación con la cor

. Me encargaré de c

de mis deseos y él definitivamente sabía que desayunar con el rey

Bastian?-pregunté en un su

de la salida del sol-murmuró Bastian dando p

lo acercarse lentamente a mí con el rostro lleno de p

ad que seguramente traía información que yo necesitaba saber pero que él no podía decir sin te

l interior, donde reconoc

el palacio. Hay un solo hombre viviendo en esa ubicación, p

stian que me miraba atento-, envía a alguien a rec

rdene,

s en la misma habitación

otra nota, tomé el segundo

amante del Rey Deizon, el cual planea anu

en ese papel con una caligrafí

ndo sus cosas al palacio. No podía negar que era cuestión de tiempo antes de

n te l

cesitaría saberlo-susurró con arrepe

ras trataba de tranquilizarme para alejar el c

e la sonrisa de satisfacción de la mujer cuando diera el rey la noticia, p

or, ella ahora creía que podía estar sobre mí solamente por meterse en la cama del rey, pero yo estab

astian-aseguré-, graci

e prioridades, aunque era odiosa y deseaba acariciarle el cuello con

ado aquella desagradable nota, terminar mi interrogatorio y plantear una ami

rlos en el interior de su chaqueta negra. Lo vi tensarse antes de dirigir una mirada

Bastian se encaminó a la puerta para abrirla mientras yo

el vestido mucho más elegante de lo que en realidad podía ser, el cuello lo traía cubierto y en el pecho bajan líneas negras delgadas horizontales dándome un aspecto más f

aído de Kashyer, una nació

rimero-escuché a Bastian decir con v

a sería retirarse para dejarnos hablar. No necesitaba mirar para saber que su tono fir

erta, me ofreció una mirada de discul

n quiere hablar co

nsión en su cuerpo por las palabras de una falsa vidente. Yo no tenía intenc

olvides comunicarle al rey mi d

lvidaré,

pacio al Príncipe Ascian para que se adentrará en la habitación. Solo

he no hubiera tenido un extraño comportamiento y todo hubiera vue

ayra-saludó

iciones-advertí a mi consejero

e Ascian se giró a verlo como si mi consejero le debiera una exp

odría olvida

amente a solas con el Príncipe Ascian, que ignoraba mis últimas pala

ero y usted son mu

se supone que le di esa posición porque

na mujer demasiado cauta así que su consejero, bastante joven si pued

y acomodé mi cuerpo para darle al

ando algo, Pr

ona, no yo, podría pensar mal al darse cuenta de la confianza que existe entre su consej

e me acusará abiertamente de meterme en la cama con mi consejero me afectó. No por mí, podía tolerar esos come

e de 70 años?-acusé con frialdad-, ¿O si tuviera a

incesa-ironizó-, le aseguro

en los hechos-puntualice con calma-. Así que para tranquilizarlo, si le preocup

a-se burló-, pero

ta si mi virtud está o no intacta si ya le deje m

tranquilamente en el sillón como si estuvié

lgo injusto que yo deba aceptar su palabra sin más?, me parece que merezco l

con el tema, como si de verdad fuera algo banal y no nuestra

ema en primer lugar, pero dudaba en serio que el Príncipe Ascian decidiera que quería que i

y ninguna relación, Príncipe Ascian, hay u

diferentes

xtraños que tendrán que verse las caras ocasionalmente fingiend

reír para verme como si

ie, menos por la necesidad de hombres en esta guerra, pero los reyes no siempre pueden obtener l

?-susurró con convicción-. Le

que cambiará de opin

propuesta, Pr

diéndome-. Quiero entablar una neg

ociación

ad-, quiero la oportunidad de que arreglemos las

qué si

decir cómo quería que fuera nuestra convivencia durante nuestro

efería. El regalo de compromiso le había pintado el panorama mu

mpo para analiza

guna propues

propuesta al respecto: Iniciemos unas negociaciones donde podamos q

los intentos de negociación que se trataron de entablar con Morthem. Siempre supe que mi pala

ncipe, y yo estaba en sus tierras, su palabra

pregunté confundida-, estoy segura de que ni usted ni yo quer

n una extraña-asintió dándome la razón-, pero me parece un

algo diferente su única forma de conseguirlo es rom

-parecía genuinamente curioso por la respuesta-, yo

último-aunque no lo creía-,

l sería alca

or en la posición en la que nac

ecir. Lo miré detenidamente, parecía analizar

describen en las historias o leyendas. El amor era algo que no sabía de política, economía o título, pero pa

al... solo causaban más dolor. Y yo estaba harta de la mentira barata de que

ian, que seguro volvía para informarnos a ambos qu

ré encaminándome a la puerta-, pero tenga en cue

ar menos de uste

ápidamente como si hubiera corrido por su vid

a forma en la que habló, el Príncipe Ascian debía de encontrarse detrás d

ebidas, charlas con la nobleza e imag

i lado o no, sólo quería volver a casa para encargarme de mis asuntos, hacer mis

ente no deseaba conocer el plano de este lugar, porque hacerlo significaba dir

naban todo, columnas talladas con detalles en oro que seguramente representaban una historia que no me interesab

momento en que entramos al salón. Sentí la mano del Príncipe Ascian tomar la mía con firmez

ese odioso ser humano estaban al lado izquierdo del Rey Kalias como sus invitados. El Prín

elvar-anunció el vocero-. Bienvenida

ero. Miré tantos rostros como pude, no había nada especial en ninguno, salvo el hecho

eino. Quiero que todos la traten de la misma manera en que me tratarían a mí, porque cualquier ofensa reali

nsar en donde podía encontrarse mi hermano. No era normal que no estuviera al lado del rey con lo muc

culo en círculo presentándome a la nobleza, obligándome a soportar conversaciones sobre las activid

ué?, ¿Qué podría ser más importante?, ¿Qué requería de su atención más que la presentación a la corte?, porque aunque la prese

n la marquesa Alicia sobre unos bienes que ofrecían al palacio porque no me interesaba

e preguntó en un susurro el ma

e rondaba por la cabeza como para no decir absolutament

miré la mesa con bebidas-,

ta pued

errumpí de inmediato-

ía algo más. Pero no insistió, respetó lo que había dic

uí la espera

s Philips estaba prestándome atención. Me acerqué a la mesa de bebidas y e

a enviado a inspeccionar el palacio o, a realizar alguna tarea que pusiera en riesgo l

os, hasta no encontrarme de cara con mi hermano para asegurar

cesa

toda mi fuerza de voluntad para no lanzarla al suelo de una patada. Tomé el

uaba a su pecho casi uniforme, a su vientre menos regular que la última vez q

salude con friald

manera en la que me hablas, querida-sonrió con hipoc

, ¿Acaso aprecia tan

ciosa del mundo, o, como si fuéramos dos grandes amigas. Dio un paso en m

e que has imagi

momento en que la conocí supe que la forma en

ar cortarle esa odiosa lengua para no tener que volver a es

lo suficiente para tomar mi muñeca como si estuviera por darme el consejo de la

sa Dayra, como si las consecuenci

tono de superioridad, por su sonrisa burlona, por el hecho de no saber dónde demoni

aras porque no estaba dispuesta a soportar un momento más de esto

ella con sus ojos al nivel de los míos, lo suf

e que ser la amante del

estabilizarme, la sorprendió y la dejó sin armas. Su m

na hora. Pero ya era momento de que supiera que aunque se metiera en la cama con el rey, aunque se mudara a mi pa

reguntó s

que yo estuviera entrada de quien eran las manos que la sostenía. Khelvar resp

iones-espete con fastidio-. Ahora que quiso sacar el tema a

erdía credibilidad por su rostro lleno de nerviosismo-, no

que amenace a su amante, no lo habría hecho para comenzar. Solté un bufido ante su patético intento de buscar

dría cortarla en pedacitos frente al rey y

de ello-susurró asustad

deseaba, dudaba que el rey Deizon conociera el verdadero significado del am

redera al trono de Khelvar, prometida del Príncipe Ascian, heredero del casti

de convencerse a ella misma-, no

, ¿Cree que el rey Deizon pondría su segur

, lo pensaría mejor. El reino estaba condenado a su destrucción sin la ayuda de Aphud, por m

una mirada discreta a nuestro alrededor solo para

o es suficiente para que pase sobre mí. El palacio es mío. Los sirvientes y guardias responden ante mí. El palacio mismo

rando tal vez a la adversaria que tenía enfrente. Ella a estas altu

alacio pero ahora tenía otras preocupaciones

on malicia-, y espero de corazón no tener que

rioridad ante todos y todo bajo mi reino. Salude a las personas que me reverenciaban, que s

mbiarse de ropa para llevar ahora un traje grisáceo con bordados negros que lo hacían

en el proceso, al tenerlo frente a mí hizo una r

stad-

sti

nción ahora que el Príncipe Ascian había llevado al centro del s

echo de que me dejaste sola en este luga

, no era la que exigía el protocolo dado que debía llevar el

s que mi consejero era mi amigo pero eso no hacía que dejará de ser suspicaz, él había visto l

ención nunca fue ofend

seguí el juego-. ¿Cómo podrí

sonrisa dulce-, mi único propósito en la vida como su

ona y a veces ese hecho... me dolía. Me lastimaba porque sabía que Bastian no merecía cargar con la mitad de secreto

aceptado hacerlo, hubiera decidido quedarse cuando le ofr

ivertida-. Dime

el comedor avisó que se sentía un poco enfer

mas dentro de mi cabeza. ¿Estaba bien?,

preocupada-, ¿Mareo, debili

formación había causado, pero ese era el menor de mis problema

bía asegurado, ¿Entonces que le pasaba?, ¿Acaso esos hombres hicieron mal su trabajo

ndome un poco-. Solo tenía una ligera capa de sudor en s

verlo ahora mismo-. Encargate de que

abía un guardia afuera que me reverenció antes de que le ord

deaba de preguntas a Bastian cuando yo me reportaba enferma. Ambos

n, fuera cual fuera la respuesta en este caso, quedaría más

alones. El palacio era enorme, mucho más que el mío así que las hab

, Princesa Dayra-i

señalaba, seguramente para darme privacidad para lo que quisiera decirle

nada por la ventana detrás de mí. Puse mi mano sobre el pomo cuando escuché un ruido en el

o alarmante, después de todo yo no necesitaba ayuda para encargar

congelada. Un segundo me tomó procesar la

erme con absoluta confusión. Solté el maldito pom

ta al salón-orde

Princesa Dayra-explicó el guardia frente a mí-. Si mi

mano se ha golpeado accidentalmente con la cómoda y ha tirado al sue

on preocupación antes de asentir y girarse

itivamente más estúpido que ayer. ¿Qué demonios

maldito secreto le explotará en la cara. ¿Quería arriesgarse?, pues iba a hacer

ra, e

él. Yo definitivamente no tenía ganas de escucharlo, ahora si que me apetecía

vanzand

relativamente cerca del salón porque ahora pasábamos por

de Caius acercándose mientras corría y yo deseaba simplemente alejarme de él tanto c

déjame h

isa blanca apenas puesta sobre su cuerpo, arrugada y con los lazos sueltos, su cabello hecho un desa

uería preocupart

parte-ironicé-, aunqu

or favor-suplicó

tos pasos haciendo su mejor intento por no escuchar lo

a lo lejos la música-, desde

ió marchándose del pasillo luego de ofre

lugar en donde estábamos y a quien servían las personas que nos rodeaban,

frotaba el cabello frenético-, al parecer tú tienes cosas que

a reunión de hoy es importante para todo Khelvar, pero

que quisiera, lo mejor era no arriesgarme dado que

ender que las ignorará, pero tampoco podía dejar que él se en

pueblo, era mantenerlos a salvo. Cuidar y proteg

uso

uilidad que podía reunir-, ni siquiera lo que hagas con tu vida. Sólo le pido que r

ue cargaba sobre sus hombros fueron suficiente pa

un niño-se defendió-, ni siquiera tienes qu

piensas Caius, permites que tus impulsos y deseos te sobrepasen, no conside

que lo corrigieran, siempre lo había odiado, no era capaz de ver sus

-, ni siquiera debías haber sa

as pocas personas a las que les permitía afectarme con sus palabras, aunqu

ue no sucederá de nuevo. Solo me queda decirte que tengas cuidado Caius, porque no

n y volvió a sacudirse el cabello fren

impulsos. No olvides que esto no es Khelvar y las paredes no responden ante nosotros-le advertí-,

i nuestro padre

-. De vuelta en el palacio, retiraré todas mis órdenes en cua

quiera tenía que enfatizarlo. Fue por eso

es hacer

ra volver al salón-. Si deseas continuar con lo que haces, vas a tener que busca

hando la maldición que murmur

de hacerle entender sus errores, que cada vez que me preocupaba y lo protegía

ado hoy. ¿Qué le había hecho a la vida para que me castigará así?, b

rmación importante de Khelvar, sabía que eso podía manejarlo él solo. Luego vi al rey y a su perr

rle por todo el palacio-su voz detrás d

rofundo mientras me giraba para encararlo, tenía

solo hace que las ganas de cortarme las venas

divertida, como si le hubiera contado el chiste de su

do sin prometida-bromeó divertido-, ¿Pu

-, pero no tengo por q

safío estimulante antes de tenderme su mano como un

ompetencias en el jardín,

ias-repetí

oda su corte porque sabía cómo eran esas competencias: Tiro con arco,

r de acompaña

e iba a ver eran competencias-me quejé tomando su maldita ma

bir la atención de todos

El Príncipe Ascian me guío fuera del salón, con su mano sosteniendo la mía mientras que las gana

ra tenerla-obvié-, ¿No lo demos

que tan hinchado y grande era. No era la mujer más hermosa sobre la faz de la tierra, pero defini

pasillo girar. Empezaba a odiar que una cosa quedará tan ale

amigo?-cuestionó divertido-, de ser así me encarg

burlé-. No se preocupe Príncipe Ascian, si en algún momento deseará

imera vez el Príncip

demostrar quien salía victorioso en cada uno de los

tió cuando uno de los ganadores se encamino a donde yo estaba sentada fingiendo que veía la competen

para sonrojarla es ofrecerle una rosa fre

ofrecía una rosa era de color rojo y generalmente la daban a las mujer

é esta e

do con la situación-, pero a una mujer prometida con alguien de la nobleza no puede

por pretender a la prometida, así que era una buena opción para mostrar respeto. Imaginaba que

rgulloso y van

No esperaba menos luego de la conversación que habíamos tenido, n

me muchísimo de toda la conversación de cómo una familia logró volverse parte d

hizo girar a verlo. Tenía la mirada fija en el hombre que hablaba mientra

s aburrida en la que hemos

una risa baja-, ¿Recuerda la reunió

e fastidio llegó a mi rostro involuntariamente. Esa sí

ré divertida-, nunca en mi vida habí

tuve ganas de lanzarme de lo alto de la man

para beber algo antes de cons

quiso levantar de la mesa pero el Príncipe Atlas y el hijo de la marquesa le

ir a por un modelo a escala de los dichosos barcos de los que no había parado de hablar, pero mi hermano se habí

en la mesa nos miraban y en ese momento quise golpear a Bastian por haber ten

ardor en mi garganta-, no er

eguía riendo por lo bajo mientras se burlaba

ación que llevaban y yo golpeé

ida se atore tomando vino?-bromeó el P

haga será cuando desee ahogarme por nuestr

rse en mi dirección, solo se detuvo cuando su respiraci

be una negocia

ritada-, para recordarlo n

i cercanía?-pre

Príncipe Ascian, porque la próxima vez me encargaré de

greso a Khelvar, la noche estaba pintando el cielo y en mi carruaje iba Bastian,

alacio pronto y yo desee que los asuntos en su reino los ret

e y se negó a decirme nada, lo que era verdaderamente admirable, pero siempre había formas de conseguir lo que qu

justo lo

�‍♀

ue tiene con Bastian y los conflictos que siempre ha tenido con Caius. Ahora,

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