img Kassia: La asesina de Héroes  /  Capítulo 4 NPC (Personaje No Jugable) | 21.05%
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Historia

Capítulo 4 NPC (Personaje No Jugable)

Palabras:2505    |    Actualizado en: 28/07/2022

pequeño ojos redondos y azules se abrieron de par en par y sin poder evitarlo comenzó a llorar y a gritar como el bebé que realmente era. Había sid

eta pero con mirada cálida, se adentró en la habitaci

la cargó en sus brazos y empezó a moverla para calmarla.— T

do detalles que en la oscuridad no se notaba. No era un lugar muy glamu

értiles y una gran Iglesia Santa en el centro de la ciudad. No había podido explorar lo suficiente el lugar debido a que la mayor parte del tiempo su madr

para darle una vida mejor. Con eso en mente enseguida dejó d

uso nuevamente en la cuna, arropándola entre las cálidas colchitas y sábanas.— Tu madre es afortuna

nuevamente. Por suerte tuvo la amabilidad de dejar l

encontraron en el bosque, este posiblemente era el mundo virtual de un juego en línea con miles de jugadores, los cuales en este mundo eran llamados Héroes Legendarios. Los únicos seres capaces de usar magia y luchar contra monstruos y demonios. Es pos

apenas 30 minutos o menos, en el otro

para reencarnar en un mundo creado virtualmente como base para un vide

n el transcurso de su muerte, ni mucho menos

el mundo no haya sido víctima. Los abusos sexuales y los feminicidios son cosas que

he. En ese entonces, Mirai sintió ganas de tomarse un trago también. Extrañaba terriblemente el Sake y la cerveza de su antiguo mundo

ue no pudiese hablar bien aún en ese momento, esos eran conocimientos que sin importar el tiempo que pasara nunca olvidaría y eran necesarios. Seguramente en el futuro su m

n las cosas para ambas de a

oyándose de los bordes de la cuna. Contempló la vista a través de la vent

s des

ron al unísono Maeves y la dueña de

eguir pensando en si misma como "Mirai". A partir de ahora de

pastel de manzana que tía Hestia y su madre habían hecho para ella. Cuando la llama se extinguió, ambas mujeres, que parecían divert

de todo el esfuerzo que habían h

razones Kassia ya estaba más grande y crecía rápidamente. Incluso hasta t

secando las copas y vasos recién lavados el cual sonrió también. Era un hombre alto y delgado. Fácilmente se le podía confundir con un escobillón, aunque tenía el cabello negro pein

u madre y a sus hermanas para luego asesinarlas. Le cortaron la lengua para que no pudiese contarle a nadie de lo sucedido, algo absurdo conside

y algo regordeta, aunque su rostro se veía que alguna vez fue agraciado y

ella. Siempre trataba de complacerla en todo, algunos hasta podrían decir que la malcriaba demasiado. Si Kassia no fuese quien

Preguntó y Kassia asintió con la

nte en el asiento y obed

omo algo sorprendente. No lograba entender que una n

o que tu niña

llo de mesa en varias porciones y m

qué di

ni hace berrinches, cosas que son normales a esa edad. Ni

astel y ella no dudó ni cinco segundos en

ó, ni un solo ruido. Simplemente abrió los ojos y se quedó observando el cielo. Inc

uando crezca será una pequeña amargada.— Concord

s como una niña normal de 2 años. Por esa razón aún fingía que no podía hablar, aunque hace mucho ya podía pronunciar algunas palabras. Siempre practi

aberna. La puerta se abrió y la campanilla de la puerta sonó llamando la aten

iéndose en pie de inmediato, segui

ada con los bordes rojos en algunas partes y una capa roja que casi rozaba en el suelo. Tenía un porte más que heroico y se dirigió a Hestia con amabilidad, pidiendo

gendarios. No muchos de ellos suelen entrar a estos antros. Muchos creían que ni siquiera comían o bebían. Lo único que hacen es compra

— Preguntó Maeves cuand

s como estos cuando hay alguna misió

por curiosidad que por otra cosa. Aún se encontraba sent

de sus bordes. Su cabello era sumamente largo hasta las rodillas y tenía un color negro violáceo muy bonito. Su belleza era exótica en todos los sentidos, una belleza que ningún NPC podría tener.

todo con superioridad. Como si el fuese algo grande y pudiese hacer lo que se le antojaba, como subir los pies sucios encima de la

una semana buscando esa maldita Mazmorra por estas mont

tros.— Agregó la bruja, tocándose la cabeza dramát

blanca.— Por ahora creo que deberíamos desconectarnos y descansar. N

ansar ahora?— Dijo el cara d

ja.— Ya tendremos tiempo en las vacacione

Maeves la cual traía una bandeja con tres jarras de c

el de cabellera plateada, mirándola

caballero la siguió con la mirada hasta que desapareció en la cocina. Se fijó en la niña pequeña sentada no muy lejos d

fe del gremio.— Dijo el caballero, tomando un sor

etó la bruja

cabeza y luego dijo que de

uando terminaron de beber, se r

una silla, con la mano en el pecho y el sudor corriendo por tod

na es el vestuario de las mujeres. Suelen andar a veces muy escasas de ropa y son diferentes a las mujeres del pueblo.

cogiéndose de hombros.— No podemos hacer nad

ierto malestar. No solo había renacido en un juego, si no en el cuer

bien conformars

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