img Kassia: La asesina de Héroes  /  Capítulo 8 El dios del inframundo | 42.11%
Instalar App
Historia

Capítulo 8 El dios del inframundo

Palabras:2866    |    Actualizado en: 28/07/2022

és del Slime.— Se que no es la venganza ideal q

nexpresiva y algo tensa.— No importa

n automáticamente se ven obligados a volver a empezar de cero. No hay nada que les cause más molestias que eso, además aunque sean ser

os músculos de su rostro se tensaron, reteniendo las ganas de llorar que comenzaban a aflorar. Sus puños se ce

ello en sus tiempos como gamer, cuando aún estaba viva en el otro mundo. Incontables veces había sentido la frustración de morir

n sabía que la mayoría de los jugadores no hacían eso ya que debían pagar una cuota diaria

objetos e ingresos del avatar que solía usar en el

ntaban unos cortos meses en el mundo real. No era completamente imposible esa posibilidad. Si ese fuese el caso

a para ella, aunque no pudiese usarl

mente. Más razones para sobr

er como pierden todas sus cosas importante

satisfecho con la

prendió que no se encontraban tan lejos. Se estaban acercando terriblemente rápido y a p

te que era aquel gremio, además de ex

un héroe e incluso más. Por esa razón había aceptado la proposición de la princesa Kassia. La usaría

ese, se aseguraría de hacer pagar tod

.

erzas mientras levantaba su enorme hacha y cortaba a un no muerto, d

embros del gremio en pequeños grupos de seis personas. Cada grupo tenía un Tanque que servía para atraer la atención de los enemigos mientras los demás jug

esidad para todos; al igual que los hechiceros que se especializan mayormente con poderosos ataques mágicos a distancia. Ellos se encargaban de atacar y a la misma vez, proteger a

-muertos que resguardaban la entrada hacia el siguiente piso de la Mazmorra que los acercaba un paso más hacia la tan deseada habitación del Jefe

arco y flecha. Era el encargado de organizar el gremio en equipos y de dirigir las tropas, mientras el impet

taba a simples estándares como la planificación y organización. Eso mayormente se lo dejaba a su segundo al mando, pero cuando

os los miembros del gremio eran de hecho compañeros

ya que solo permitían la entrada de gente de su misma escuela) La Tempestad del Oso ya era considerado uno de los gremios más fuertes de este mundo, ubicados en el tercer lugar; teniendo por encima a Chrono Crusade

ceño recordando al

rma, pero en resumen era una per

suelo, luego agarró una flecha y con su arco disparó hacia el esqueleto no muerto que se escondía entre los pedruscos de una escalera destruida. Su flecha se impulsó, iluminada por una luz amarilla e impactó hacia

n muy importantes (ya que lo que más importaba era la inteligencia y habilidad del jugador) continuaba representando u

poco a poco, los números del ejército de no-muertos que al princ

truía a los enemigos con sus hechizos, Kihito le cuidaba las espaldas, asesinando silenciosamente a l

ba, ya iban para

ndo una de sus muchas habilidades m

lió de su báculo destruyendo al enemigo en pedazos justo cua

pidiendo que se moviera, un chillido se liberó de sus labios

illaba de color rojo cuando cortó la tierra donde se encontraba el esqueleto

o este se teletransporto a su posición. Otra habilidad

ercando su rostro al de ella, apunto de unirse en un beso; cuando

otar en el aire y a acercarse a gran velocidad a un solo punto encima de sus

imponente. Un enorme guerrero esqueleto recubierto por una armadura oxidada

angre resplandecían en s

onstruo que se había formado y el nivel qu

ó Arianna.— Pensé que

ió Kihito.— Era. De seguro el si

r?— Preguntó Ari

rdenó a toda voz el seg

riatura. Quedaban alrededor de veintitantos. Comparado con los 50 que habían entrado, era mucha diferencia. Habían recibido demasiadas

de un salto, levantando una pequeña

ostumbrados a perderlo de vista en plena batalla ya que prácticamente h

esentes.— No pude seguir avanzando porque una barrera invisible bloqueaba el cam

odos los que quedaban se mirar

ín con aparentemente calma aunque en el fondo no dejaba de m

bios, mostrando sus enormes colmillos que sobresalían de su boca.— Por eso

intieron con la cabeza apoyando enteramente la decisión de

apaz de arrastrar a cualquiera,

se mantendrán en la retaguardia y los hechiceros los protegerán a toda costa.— Luego se dirigió a Arianna y esta se sobresaltó ante sus atentos ojos.— Necesito que hagas aquello Ari.— Dijo y esta enseguida entendió lo que quería decir con un asen

ajo el grito de su líder, comenzaron a correr a sus respectiv

antable, el nivel de hostilidad de los tres juntos automáticamente llamó la atención de esqueleto gigante, el cual no dudó en dirigirse haci

levaba el control de toda la situación en el campo de batalla. Sus tiros eran certeros, dignos de un

starse en toda la fisionomía del no-muerto, el cual levan

os rápidamente se pusieron manos a la obra curando de inmediato a los afectados del ataque, sin embargo muchas habilidades de los curanderos tenían mucho t

uando lo encontró, justo encima del botón de cerrar sesión, lo tocó con la yema de su dedo índice y buscó en su extenso in

do con distintas formas y dibujos en su tapa. Arianna fijó su vista en el misterioso ítem y en el

ria que había logrado obte

s oscuros como ella, y muje

aleatoriedad, además de que solo le quedaria un solo uso luego de esta vez. Pero de segu

ba. Lo estaba guardando para luchar contra el

ura?— Le pr

intió y le

después de usarla. Cuento conti

de sus habilidades, después de todo era

entinamente una enorme mano grisácea salió de su interior cubriendo por completo el rostro de la bruja. Está chillo cuando sintió que algo se i

a del mismo color, plegada de múltiples ojos, salió también y se acercó al rostro horrorizado de la bruja, como si la observara con curios

e criatura grisácea comenzó a salir de la pequeña c

l monstruo esqueleto; sin embargo su barra para sorpresa de ella no mostraba ningún nivel. Solo su barra d

.. el Dios d

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY