img Kassia: La asesina de Héroes  /  Capítulo 10 El pasar de los años | 52.63%
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Historia

Capítulo 10 El pasar de los años

Palabras:3869    |    Actualizado en: 28/07/2022

entrenaba en el arte de la espada con mano férrea, tal

una espada larga sencilla que había encontrado en alguna parte de la enorme mazmorra, pero no se comparaba con la espada cristalina que Alaric sostenía

movían ágilmente mientras esquivaba los poder

ndirse con un chico. La difícil vida en la mazmorra habían endurecido sus rasgos, aunque no perdía la característica belleza de la re

siendo una simple humana sin nada más especia

idad no eran suficientes

de Kassia fue destruida por la fiereza de

la tierra por la fuerza del impacto de la espada.— Colmillo

un combate a puño limpio?— Pregu

acudiendo el polvo en su trasero. Había herido

años, pero nunca he podido vencerte. Supon

lo suficientemente fuerte para vencer a monstruos de rango medio, o al menos para vencer a un Hé

la inundó de pies a cabeza, lanzando la inútil esp

ímite, para volverte más

rar mi

o siento que estés lo

a a darle un puñetazo, no obstante Alaric es más rápido que ella y con una sola patada en las costillas l

superficie del cristal y pequeñas gotas de sangre se liberaron de entre sus labios cuando su cuerpo c

tro pero la verdad es que ya estaba acostumbr

ado pie del caballero oscuro la presionó en la

cristalina a la cabeza de la joven.— A este paso nunca serás un buen recip

a aterrorizó. Sus palabras habían sido duras y sumamente frías e inhum

. Más bien la entrenaba solo porque se lo habían ordenado, pero en es

cable que por unos seg

verlo Alaric se apartó de Kassia y como si de una orden silenciosa se tratase se dió

hasta ahora. No podía dejar de admitir que tenía miedo y al p

la pared para poder avanzar hacia el interior de la habitac

gateando se permitió descansar sentándose en el escalón, justo fr

e preguntó el Sl

abeza apenada por su

inuó hablando a

pero no te tomes tan a pecho lo que d

interrumpió Kassia?— Ahora es solo un no-muert

es a

rumpir. La frialdad en s

do lo único que te importa es que me haga lo suficiente

o silencio parecía haber eng

o si hubiese habandonado el cuerpo del Slime. Por breves segundos

que me lo saques en cara como si fuese la mala. Al final, ambas hicimos un trato ¿no? Yo me haría cargo de tu cuerp

émpano de hielo que parecían no temer a nada, aunque en

nza. Lo sabes

dose en una risa juvenil pero sin gracia algu

orando las protestas de sus músculos y c

ormó en sus labios y una extraña aura se liberó

la chica y por unos segundos dudó de su estado menta

que no estabas bien de la cabeza desde el principio, pero creo que ahora n

uenas a primera se encontró cayendo en la oscuridad de la nada. Lo único que escuchó en los sigui

capaz de sobr

o caer completamente inconsciente

.

Un techo grisáceo lleno de moho que recordaba perfectamente porque era el techo de su antiguo apartamento. El lugar donde había vivi

nto estaba

personalidad. Solo había en su interior una computadora al lado de las puertas corredizas que iban al balcón, un televisor pantalla plana, una pequeña mesa

iferentes a las manos pálidas de las qu

color tostado, caracterís

la pared, notó sorprendida que había vuelto a ser aquella mu

da, acariciando su rostro suavemente co

un sueño pero al sentir el característico dolor ardiente en s

ás alto sin poder creer abso

u mente, desde su asesinato, su nacimiento en un nuevo mundo

o. Hasta sus gestos faciales se sentían diferentes. Ahora una mirad

ndo abrió la puerta se encontró con un rostro que recon

tras se sintieron tan naturales que

se reaccionar, el susodicho corrió hacia ella y la envolvió

abía dado ánimos cuando estudiaban juntos para las pruebas de ingreso en la

itivament

migo de la

Haji

i la cual había sido incapaz de move

miró una y otra vez de pies

arbón seguia siendo tan largo y desaliñado como siempre. Sus gafas cuadradas y sus ojos avellanas seguían siendo iguales que

e que poco después de graduarse había heredado la compañía de su padre y sobretodo, sabía de su compromiso con la ejecut

cuenta en verdad de lo mucho que lo había extrañado y rompiendo en llanto volvió a correr hacia él y de

a agarró de sus muslo para evitar que se cayera. Permitió que llorara todo lo que qu

ar a su pequeño apartamento. Kai observó el interior del luga

él con un tono de voz lleno de nostalgia.— S

frente de la pequeña mesa de madera. Se aflojó la corbata y suspiró relajado como si estuviera en su propia casa. Miró a Mirai la cual seguía parada en el mismo l

oca, Mirai se acercó con cuidado, casi como si temie

o encima. Tenia los ojos enrojecidos de tanto llorar y e

amente debía tener pero en ese momen

ncredulidad.— ¿O todo esto es solo u

on la mano y rió como

esto es real Mirai. ¿

re sus cejas, repentinamente molesta

Kai intentó ponerse más serio y se aclaró

ra.— Y lo seguirá siendo hasta el final de tus tiempos. Mientras

o lo que qu

dedo índice.— Estamos en tu subconsciente y esta for

a envolvió el cuerpo de ella y ensegu

ás profundo de tu mente.

ealidad. Que todo lo que había pasado hasta ahora fuese solo una vil y larga pes

llamado vida.— Bramó ella con cierto desd

ca sonrisa cordial.— ¿En verdad crees que todo

hacia sus puños, desanima

prosiguió

te dió la oportunidad de renacer en un mundo totalmente nuevo y que ademas c

pentinamente dándole un fuerte golpe

ió y continuó hab

il, patética y desnuda ante el enorme mundo desconocido que se abre a tu alred

sto. No importa cuántas veces reencarne, mi destino siemp

der siempre viene cu

omo si estuviese

ser más débil y desafortu

ndo sus codos en la mesa. Sus ojos brillaban increíblemente, como si Mirai fuese lo más maravilloso del mundo. Ella no entendía que tan estupen

eres un ser creado

lo dije. Soy

ero repentinamente un fuerte estruendo la sobresaltó. La puerta delantera vibró con la fuerza

untó entrando en pá

e lentamente.— Está intentando llegar a este e

El

nas.— Respondió él l

a vibrar la habitación entera, como un terremoto.— No... ¡Noooo!— Gritó con todas sus fuerzas y se agachó en e

con una so

on ella. Tienes que ser más honesta contigo mism

on ojos llenos

que debía hacer? ¡

ndamente y luego

bardita. La enfr

e dudas, la agarró con fuerza y se puso en pi

l final.— Dijo él dándole

decidió hacerle frente al problema. De nada servía llorar com

entro, la que manda eres tú.—

ella y todo su cuerpo volvió a

udo. Ignorando el sonido de la puerta astil

rfectamente. La princesa se adentraba a la habitación mira

moso vestido blanco que rozaba el suelo. Lo único que se escuchaba era el sonido estridente de los tacones golpeando el

ísico, pero ya no importa...— Dijo ella parándose justo al frente de la susodicha, alzando su brazo que se había transformado en la hoja de una guadaña negra

an velocidad, algo que no se esperaba ocurrió. Una fuerza invisible la hizo retroceder va

ojo y negro la cubrieron de piez a cabeza como una barrera p

O INM

SE:

EL:

ser destruido debido a una inter

os orbes de sus ojos a punto de salirsele de

lió bruscamente de su inconsciente. Algo definitivamente le decía era peligroso por lo que no d

lar

bloqueó con su espada el veloz ataque de Kassia, la cual había v

iples tesoros que habían en la habitación del jefe de la Mazmorra, la cual

iva la lanzó por sus aires hasta que su cuerpo aterrizó en los peldaños de la e

i todo el lugar y cuando Alaric pensó que había acabado con

herida y seguro debían haberse roto una buena cantidad de huesos, pero no borraba su maniática sonrisa.— No entiendo muy b

no es normal.— Le advirtió

interior del yelmo de Alaric como un

las órdenes de su ama. Se puso en posición de ataque y a una

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