Rebecca se desmayó un par de veces hasta que al fin pudo recuperar la conciencia por completo.
El hombre estaba dormido y el conductor no se veía por ningún lado.
Luego de abrir la puerta, ella sintió que sus rodillas se doblaban y cayó hacia adelante. Entonces se puso de pie y se alejó tambaleándose torpemente mientras se sacudía el polvo con las manos.
No podía volver con la familia Swain y la casa de los Dixon había sido hipotecada para pagar las deudas en las que había incurrido su padre.
Por suerte, Rebecca aún tenía a su madre, quien se divorció de su padre cuando ella tenía solo unos meses y la había dejado bajo la custodia de su padre. Ahora, la mujer tenía una nueva vida, pero era la única familia que le quedaba a Rebecca.
Tan pronto como esta última llegó a la puerta de la casa de su madre, escuchó que alguien gritaba en el interior: "¿Estás tratando de hacer que me suicide? Todo el mundo sabe que Martin Stevenson es ciego y que además está desquiciado. ¡Algunas personas incluso cuentan que es un asesino! ¿Y aun así quieres que me case con él? ¡Prefiero la muerte! ¡Consigue a alguien más que lo haga! ¡Yo me largo de aquí!".
Al segundo siguiente, una chica vestida con ropa moderna abrió la puerta de par en par.
Se trataba de la media hermana de Rebecca, Rosina Lynch.
"¡Maldita sea, Rosina! ¡Te ordeno que regreses inmediatamente!", la madre de Rebecca, Casey Santiago gritó mientras seguía a su hija, aunque esta se subió rápidamente a su auto y se alejó lo más rápido que pudo.
"Hola, mamá...", murmuró Rebecca, mordiéndose el labio inferior y agachando la mirada.
Fue hasta entonces cuando Casey se dio cuenta de su presencia, saludándola con extrañeza: "¿Hija? ¿Qué haces aquí? ¿Qué te pasó?".
A decir verdad, ella tenía razón en estar sorprendida, pues Rebecca lucía realmente miserable.
En cuanto escuchó las preguntas de su madre, Rebecca no pudo contener más el llanto: "¡Yosef quiere divorciarse de mí y acaba de intentar asesinarme!".
"¿¡Qué!?".
Un rato más tarde y luego de haberse calmado, Rebecca pudo contarle a Casey lo que había sucedido.
"¿Entonces Yosef quiere divorciarse de ti por el lío que dejó tu padre y por tu infertilidad? Supongo que también quiso silenciarte para siempre porque escuchaste sus intrigas...".
"Sí, así es...".
Frunciendo el ceño, Casey agregó: "Pero, ¿qué tienen que ver contigo las deudas de tu padre? ¿Eso significa que quieres hacerte cargo del Grupo Dixon?".
Después de soltar un profundo suspiro, Rebecca respondió solemnemente: "La empresa es el fruto del arduo trabajo de toda su vida y no quiero renunciar a ello".
"Pero la compañía está hasta el tope de deudas y tu esposo incluso trató de asesinarte. Aunque mi marido es relativamente rico, me temo que no podremos protegerte", Casey hizo una breve pausa y continuó, "Sin embargo, se me acaba de ocurrir una manera de evitar que la familia Swain vuelvan a ponerte una mano encima. Tal vez eso también nos ayude a resolver la crisis de los Dixon, lo que no sé es si estés dispuesta a hacerlo...".
"¿De qué hablas?".
Entonces, Casey se aclaró la garganta y respondió: "¿Conoces a los Stevenson? Son la familia más rica y poderosa del país. Mi esposo desea que Rosina se case con uno de sus miembros pero ella no quiere, y como viste hace unos minutos, simplemente se escapó de casa por este asunto. Bueno, el punto es que tenemos una cita con ellos en un par de horas y... lo que podrías hacer es tomar el lugar de Rosina".
Con los ojos muy abiertos, Rebecca exclamó atónita: "¿Quieres que me case con alguien de la familia Stevenson? ¡Pero Yosef y yo aún no nos hemos divorciado! Aparte, escuché que Rosina dijo que el hombre con el que arreglaste su matrimonio está ciego y loco".
Cambiando su tono a uno sombrío e inexpresivo, Casey replicó: "La familia Swain quiere matarte y no van a descansar hasta lograrlo. Pero no te preocupes, existe una solución muy sencilla. Si tú y Martin logran casarse, la familia Stevenson se encargará de los Swain por ti y el asunto estará resuelto. Y sí, efectivamente Martin es ciego, ¿cuál es el problema? ¿No te quedaste con Yosef después de su accidente y lo cuidaste mientras estaba discapacitado? Que yo recuerde, no tuviste ninguna objeción con casarte con un lisiado".
Ante esto, Rebecca sintió un escalofrío por todo el cuerpo y no pudo evitar temblar.
Ella pensaba que lo que sucedió anoche la había arrojado directamente al infierno, pero parecía que las cosas podían empeorar aún más.
"Los Stevenson son mucho más poderosos que la familia Swain. Aparte, no tienes otra alternativa más que hacer lo que te digo. La única forma de salir de tu situación actual es casarte con Martin".
Sintiéndose atrapada, Rebecca dijo con la voz entrecortada: "Pero mamá, aunque Martin esté ciego, pertenece a la familia Stevenson y yo soy una chica común y corriente... ¿Y si él y su familia me rechazan?".