Abriendo los ojos con incredulidad, Rebecca replicó: "¿De qué estás hablando? ¿Cómo podría aceptar tal aberración? ¿Quién diablos crees que soy? Además, detesto a la gente como él; arrogante, inmoral y malhumorado. Preferiría declararme en bancarrota o morirme de hambre que aceptar su propuesta".