Habiéndose tomado unos instantes para pensarlo, Casey respondió: "Seguro los Stevenson estarán más dispuestos a aceptarte a ti que a Rosina".
Desconcertada, Rebecca frunció el entrecejo. ¿Qué había querido decir su madre con eso?
Dos horas más tarde, Rebecca, Casey y el actual esposo de esta última, Howard Lynch, estaban sentados en la habitación privada que habían reservado con anticipación.
Justo frente a Rebecca, estaba nada más y nada menos que Martin Stevenson, quien aunque tenía un rostro muy atractivo, también poseía una especie de indiferencia que alejaba a la gente.
¡Esos ojos vacíos no combinaban en absoluto con su belleza perfecta!
A su lado, estaba sentada una mujer maquillada exquisitamente. Su nombre era Grace Stevenson y era su madre.
Ella había estado observando a Rebecca en silencio desde que se sentó, lo que hizo que la joven se sintiera un tanto incómoda.
Mordiéndose el labio inferior, ella se movió en su asiento, pero le dolía tanto la cintura que no pudo evitar soltar un ligero gemido entre dientes.
"Hemos estado pensándolo bien y llegamos a la conclusión de que Rosina es demasiado obstinada y arrogante para cuidar de Martin. Por eso, creemos que la persona perfecta para hacerlo sería Rebecca. ¿Qué opinas, Grace?", Casey preguntó con una sonrisa.
Devolviéndole el gesto, Grace respondió: "Rebecca, ¿verdad? Creo que eres muy hermosa, querida, y honestamente me agradaste desde el primer momento en que te vi. Y aunque eres joven, ya te has enfrentado a muchísimos obstáculos. ¡Es tan noble y desinteresado de tu parte cuidar a tu esposo discapacitado! Deseo de todo corazón que puedas hacer lo mismo por Martin y que los dos puedan ser muy felices juntos".
Al escucharla, Rebecca se sintió extraña. Pensándolo lógicamente, ninguna madre estaría de acuerdo con tal arreglo y menos hablando de una mujer casada. Entonces, ¿por qué Grace tenía una actitud diferente a lo esperado?
Hasta donde Rebecca sabía, Grace era la primera esposa del líder de la familia Stevenson, y Martin y su hermano menor eran sus hijos biológicos.
"No obstante, la decisión final depende de Martin. ¿Tú qué piensas, hijo? ¿Qué opinas de Rebecca? ¿Crees que podría ser una buena esposa para ti?", Grace preguntó afectuosamente.
A pesar de que Martin no podía ver, parecía darse cuenta de que Rebecca estaba sentada frente a él, pues levantó levemente la cabeza y habló en su dirección: "Tu esposo es Yosef Swain, ¿cierto? Escuché que la parte inferior de su cuerpo quedó paralizada en un accidente automovilístico que ocurrió antes de que ustedes dos se casaran, por eso quiero saber si sigues siendo virgen".
En consecuencia, la sangre subió a las mejillas de Rebecca, pues se sentía extremadamente avergonzada. ¿Por qué le había hecho esta pregunta frente a todos? ¿Había sido a propósito?
Visiblemente inquieta, Casey estaba a punto de intervenir cuando Rebecca la interrumpió: "No...".
Estupefactos, todos la miraron al mismo tiempo, pero ella apretó los puños y repitió con firmeza: "No".
"Vaya...", Martin comentó en tono burlón, "Pero si ya no eres virgen y Yosef está incapacitado, ¿eso significa que lo engañaste?".
Ahora, Rebecca estaba convencida de que él estaba haciendo este absurdo interrogatorio solo para humillarla.
Pero, ¿cuál era su motivo? ¡Ella y Martin jamás se habían visto antes!
¿Acaso era porque Casey la había traído en lugar de Rosina?
Agachando la mirada, Rebecca respondió: "Yosef ya se recuperó".
Como ella no negó ni afirmó nada, Martin resopló en silencio.
"¿En serio? Eso es una buena noticia para él", dijo Grace, tratando de aligerar el ambiente, "Respecto a esas cosas, hijo, lo mejor será que hablen en privado. El pasado está enterrado y así hay que dejarlo. Lo importante es que Rebecca es una chica muy bella y gentil. ¡Los dos hacen una bonita pareja!".
Pero al escucharlo, Martin soltó una risita de ironía y respondió: "Sí, es cierto que Rebecca es buena y hermosa. ¡Si no fuera por su desastroso pasado, quizás no estaría sentada en este momento frente a mí! En fin, como supongo que todo está arreglado, me casaré con ella".
Entonces, hizo una pausa para tomar aire y añadió: "Pero como la acabo de conocer, me gustaría pasar algún tiempo a solas con ella para que platiquemos un poco. También me haré cargo de la familia Swain pero necesito que ella se divorcie de Yosef primero. ¡No quiero que la gente piense que su matrimonio terminó por mi culpa!".
Sonriendo de oreja a oreja, Casey intervino: "¡Eso me parece perfecto! Rebecca, por favor intenta llevarte bien con Martin".
Mientras hablaba, ella le guiñó un ojo a su hija y después se giró hacia Grace: "¿Qué te parece si tú y yo tomamos una taza de té juntas?".
Entretanto, Rebecca estaba sin palabras, preguntándose en qué rayos se había metido ahora.