d, John Hammond y Elisa Hammond, había una conclusión sobre ambos

l problema irlandés. Y es que los rumores especulaban que la realidad por la cuál la pareja se había separado luego de su boda y que en la actualidad, tres años después, la princesa Elisa Hammon

de su ser y todo había pasado justo el día de su boda, y es que, ni

a soñado desde que conoció al príncipe John se había vuelto una pesadilla. —Elisa Hammond, princesa de Darmid. -Dijo ella mientras se veía en el espejo y dejaba que su cri

miró las trenzas y los adornos que brillab

í había sido desde el día de su boda, y mientras caminaba por los pasillos del palacio sintiéndose totalmente fuera de l

A DE

y mujer. Puede besar a

rimer beso de ambos sería así, como mujer que era soñaba con pasión y ca

le dio un abrazo que los dejó muy cerca y estaba segura de que lo pudo haber besado de no haber sido interrumpidos. Sin embargo, ella le había dicho que era escandaloso que estuvieran juntos y solos y que se volve

jo que no. —Su

su padre mientras le presionaba con f

n, de todo lo que inventó que sucedió. —y regó la información de que el príncipe John Hammond mantenía un amorío con una plebeya. La mentira se supo, pues se regó

el

sma estaba enojada con su padre. Recordó cómo al salir de la iglesia y subirse al carruaje con él trató de aplacar un poco el enojo de John, ya que él fue quien se

arme y yo tampoco quería que las cosas t

y prometo ser una buena esposa, seré dedi

la hizo sentirse mucho más pequeña de lo que ya se sentía. —Escúchame atentamente porque solo lo diré una vez. Solo me casé contigo para no dejarte en la ruina debido al escándalo que provocó el primer ministro y tu padre mismo. Nuestro matrimonio no existe, llevas

un recipiente donde la

ito y Elisa quedó paralizada. No tuvo respuesta para eso más que asentir. Era horrible que la tratara como

o. -Dijo en un

el palacio de Blueberries y yo en algún otro que considere conveniente. -Al llegar al palacio que s

una de las noches que él tomaría y aprovecharía su cuerpo p

chos sirvientes, y ya tenían instrucciones de qué habitación darle a ella. Se sentó en la cama, miró el anillo en su dedo tratando de convencerse de que todo lo que

r pero una vez hecho, si tras una sola vez ella quedaba embarazada ¿Qué iba a pasar?

ntada en

novia y asomada por las escaleras vio a John impresionantemente ebrio siendo traído por uno de los guardias. —¡YO NO QUERÍA CA

o llevaré a s

quedó de piedra al verlo subir hast

e lo que había dicho John y fingir más que no había

lteza

ión. Será mejor que e

n desdén. Zafándose del guardia tomó a Elisa

iero h

a rápido. Siguió cada orden que él daba y se quitó su vestido de novia. Lo demás, fue un tanto incómodo porque el hombre que amaba apestaba a alcohol, y era rudo con ell

él terminó y lo vio levantarse, tomar una copa más de un lico

o horas antes. Lo vio terminar de vestirse y salir de

rompió a llorar quebrándo