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Historia
La criada y el joven heredero

La criada y el joven heredero

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Capítulo 1 El día que lo conocí

Palabras:1076    |    Actualizado en: 19/05/2025

na mancha oscura que parecía no querer desaparecer. Amelia no sabía si era sangre o vino tinto se

remangadas, la trenza cayendo, por un lado, las rodillas rojas, por tanto, restregar. El aroma del

é

u pa

el cuarto de su madre, suplicándole que le prestara

reció a la mañ

io pesado qu

ó en el bolsillo

as, dejó caer un poco de ag

pueblo. Le debe plata a gente pe

que se le he

nas le t

sbaló entre

undo entero pareció

o, no,

No podía pensar. Solo una idea le cruzó la cabeza: tengo que sa

marcadas detrás de ella mientras corría. Pero, en su desesperac

el pasillo

rados. Alfombras que costaban más que toda su vida. Todo

esta

o De l

nado de forma perfectamente intencional, apoyado

De arriba

o fuera u

a basura que ella estaba

qué hac

ue agresiva. Fue

erencia que hiere

martillando el pecho, la cara enrojec

n paso h

ue por aquí no se ent

a rabia y el miedo se mezclaron con alg

ablar.

ndo los pensamientos intensos y conflictivos de Amelia mientras huye, s

dio ot

etroce

da, por un segundo, no supo si estaba

ninguna de

dio la vuelta, y se f

plicar

irar

rr

eron eternos, las pu

dolían, pero no

brillante y de sus ojos arrogant

s haciendo

hora lo sa

por ahí. No debiste

do, un pensamiento

ué me m

no vali

arte de la sucie

se convirtió en algo m

bi

. No sabe lo que me está pasando.

á huyendo com

u camisa cara... creyendo

ían lo

a a l

a ellos. N

do trapear los pisos.

la puerta trasera de la mansión y desapareció, dejando solo un rastro

as la figura de la sirvienta desap

copa aún en la mano, sin moverse. El l

emonios

abía co

disc

a cabeza como solí

ebía h

a acostumbrado a

, una e

os húmedos y el cabello despeinado c

sos, echando una mi

el trapeador estaban

equeñas, torpe

a de algo...

ió el

a co

a n

or el pasillo principal? ¿

un puñetazo en el est

revida? ¿Ahora tam

a esa mirada

o que vio cuan

ara. Dolor. Orgullo

ue andaba con el uniforme empapa

tíbulo y caminó en dirección contraria, p

que ella lo

l fuera e

o permitía ni

a con las manos llenas de

princesita del trapeador" -mur

i siquiera se dignó a decirle su nombre- iba a convertirse, s

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