img La criada y el joven heredero  /  Capítulo 3 Pan con sal y una hermana que llora | 27.27%
Instalar App
Historia

Capítulo 3 Pan con sal y una hermana que llora

Palabras:1104    |    Actualizado en: 19/05/2025

ba a escupir una llovizna fina. Amelia corría con los zapatos empapados, el unifo

é? ¿Por qué siempre huyes

n en la terminal, Amelia. Estaba

mo él. Lo recordaba vagamente: su olor a diésel y cigarro, su voz de piedra raspada, su presencia inte

ina crujió al ce

aba por los huecos de las paredes de madera, y el techo goteaba con la insistencia de una herida abierta. Una gota. Otra.

vino desde el rincón donde un colc

bel

jillas encendidas por la fiebre, el cuerpo débil, los ojos grandes y asustados. Su

r -dijo Amelia, cayend

A su madre cuando aún reía. Cuando el abandono aún no se había llevado s

comido

negó con

ó-. Solo un pedazo de

segundo. Tragó saliva.

o hornillo que apenas servía-. Revisó la alacena. Nada. Solo un fra

bolso. Contó

a y tres

nza ni para

o hasta quitarle el moho, y lo partió por la mitad. Le echó un poco de sal encima.

io a su

ro favorito -dijo,

o en la garganta. Tenía fiebre. No mucha, pero lo suficiente para preocuparse. Y la

Papá

a fue un g

tragó

no te preocupes. Voy a

, ahora enredado y peg

le costara trabajo. Amelia la miró comer con una mezcla de ternura y culpa.

en su bolsillo. O

es? -respondi

o. Preguntó por un tal Gordo Nino y desapareció. No volvió por su camión, y

hacer eso.

hombre con más deudas

lg

uía tensa. Mojó un trapo y se lo puso en la frente. La fiebre no bajab

ver a trabajar

limpios sobre el mármol que ella trapea. Su voz cargada de desprecio. Pero

lo había visto a la sirvienta qu

mpor

jo la gotera. La lluvia seguía cayendo, gota a go

o se r

e huía como una sombra, y un mundo que le recordaba to

lvería mañana

dignidad se traga c

también es una for

Amelia salió al patio. El suelo estaba húmedo, las sandalias se le

aur

a? ¿Dón

sito saber si

el otro lado.

tar ahí. Se est

hizo m

lo una deuda. Es algo más. Algo que no quiso decirme. Pero

Amelia se detu

iéne

cuídense. Y si ves a algui

mada s

on el celular tem

o soplaba desde el norte, arrastrando basura y am

hacia el cie

a a nad

a Isa

sus m

d que aún no

dor en mano, sonrisa invisible. Volvería a mirar a ese ho

iría a

no podí

ermana depe

aunque fuera pob

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY