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ew) ke setiap bab sesuai dengan permintaan An
iela
fuera mío, pero cuando su ex regresó, el niño me gr
amiento tras un accidente, solo para correr a con
que firmé la renuncia total a la custod
dre, acepté ser la esposa por co
rfecta para Yeray y la esposa invisi
o abandonó años atrás, chasqueara los de
en mi propia casa y me hicieron sentir q
mpujó por las escaleras, Lea
les dejé los papeles firmado
una autora famosa y feliz, Leandro
que lo destrozaría: nuestro matrimonio n
ítu
iela
lenciosa oficina del abogado, un eco de la decisión irrev
ado, el Licenciado Vargas, era suave, pero cargad
e cualquier emoción. Su pr
do. Completam
eces en mi cabeza. Y lo había hecho. Cada noche, durante los últimos c
delgado con gafas de montura fin
orcio. Y la renunc
nto. El corazón, que creí muerto hace mu
. Mi
mío. Nunca lo f
bre ya figuraba en la línea de pun
calculador para salvar la impre
onaba. La enfermedad de mi padre, l
a. Soledad Aragón. La m
ida, una mano salvadora
contrato con su hi
ra Angulo. Un hombre con una mirada tan fría como el acero, y un cor
rando. La fa
. Si en ese tiempo Leandro no me
ría, sin
pel. Una esposa fantasm
por Yeray, el pequeño de dos años, tan perd
imeras palabras, sus primeros pas
nunca me vio.
ncluso cuando ella se f
lla había
zó por el papel. Mi n
iber
como una pluma. No miré atrás. Dejé los
e golpeó con fuerza. Sentí un vacío, pe
bró en mi bols
icación d
a apli
página. Leandro
ando, radiante, su mano
los, Yeray
a me dedicaba, mirando a
Estrella Ferrando, de regreso en México, disfrutan de un picnic f
orazón se encogió,
or, mi paciencia, mi alma en esa f
. No era un acuerdo
da. Cinco años de a
mi garganta. Las f
ro mirándola con la mi
ble, la madre sustitut
contrato. Mi padre en el hospital
ada frente a mí, su
stabilidad. Y Yeray
. Estrella lo había abandonado, y él
e nuevo. Soledad, des
eraria, con mi sueño de esc
imprenta. A cambio, yo s
papel. Solo par
ra Y
pequeño Yeray, que me miraba
rsa. Leandro, con su rostro
n silencio incómodo. Dormimo
he, él estaba demasiado borra
ado, un acto de
Tal vez, solo tal vez, p
repentimiento en sus ojos. Me di cue
qué en él. Fui su madre,
el desayuno, organizar s
esperanza de que,
mirada nu
os noticieros anunciaro
do se
to. Una familia
La última semana de mi vida c
familia" aparecían en t
ía determina
humilla
ibró de nuev
vacío, pero el corazón lle
nsión, vi un coche familiar est
ella Ferrando. Su s
lado. Parecían salir de
puerta, riendo. Lean
a, su mirada se e
osa apareció en su
quí ha term

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