Garz
ostillas, un frenético tamborileo de terror y humillación. Me había visto. Saliendo de la habitación de A
ir, mi voz un susu
de Alejandro, seguida de dos voces desconocidas y formales. Los padres de Cam
e Camila se ensanchó, una m
o para que yo oyera-. No quisiera arruinar la llegada de mis padres con tus... pequeños problemas. -Pasó
las risas educadas, el tintineo de las copas. Mi mundo se
en menos de
güenza, la ira, la amarga injusticia de todo, amenazaban con consumirme. Él me había culpado. Me había hecho sentir como u
aje. A mi tío. "Voy para allá. Llegaré pronto. No te
ndro. Mi pulgar se cernió sobre
. El nombre se sentía pesado, cargado con una vida
antes de que su voz enérgic
nte ocupada ahora mismo. Los pa
rprendentemente firme-
r coloreando su tono-. Es un gran día para Alejandro
aliendo a borbotones, frías y
tónito. Luego, su voz, ag
tás hablando? ¿Estás huyendo? ¿Es
noche? ¿Cómo lo sabía
-pregunté, mi voz p
ompletamente desaliñada! ¿Qué crees que estabas haciendo exactamente? ¿Tratando de sabotear su compromiso? ¿Estás tratando de seducir a tu hermanastro? -Su
ducir a mi hermanastro*. Las palabras resonaban en mis oídos, sonando con una verdad h
que debería haberme protegido, creído en mí. La mujer que me veía como nada más que un
l equipaje de una vida anterior. Alejandro, a pesar de su eventual crueldad, había sido el único que parecía verme de verdad, que ofrecía un destello de calidez en mi mundo frío y aislado. Fue mi protector, ha
abras ahogadas por el dolor-. ¿Siquiera sabes
pesado esta vez,
milia, el futuro de Alejandro, ¡todo! Esta es tu última advertencia. Si causas a
do. Así de simple. La ruptura fina
tió como un puñetazo en el estómago. Mi última ancla, desaparecida. Mi
había aca
era en
a casa, dejando solo una pequeña nota cuidadosamente doblada en mi cama. Era
sociales. Todas. Luego, con una respiración profunda y temblorosa, realicé un restablecimiento de
to mi santuario como mi prisión. Vacía. Tal como me sentía. Pero deb
í por la puerta principal, cerrándola suavemente detrás de mí. Sin fanfarrias. S

GOOGLE PLAY