al, incluida la luna llena.

ego para bailar y hacer sus lecturas y hechizos de prosperidad. Ese año, la fer

había sido comprada con las pocas monedas que ganó con las ventas. Nadie, sin embargo, argumentó que tan caro y noble tejido había sido comprado con mís

do. Hoy estaba marchita de tantos problemas que había causado. Impresionante fue incluso Sara. Una alegría

e ese pañuelo lo recibió de regalo, que estaba en un noble jardín de una hermosa casa. Y lo mejor, sin ser azota

a recordó la lectura de su

rcató de la magnitud del recuerdo afectivo que despertaría en ella. Y bailando, se acercó a

osa aquí! Y recibió un festivo..

enco con los panes que fue recogido lig

la cabeza de Doña Alba. ¡Ella s

tiendas. El día fue realmente agotador y lleno de sorpresas. ¡No hay nada como una bue

tenía insomnio, y ese día lo dejó así, i

salir a escondidas de su tienda y trasladarse al P

tán bajas, se forma una pequeña isla de montones de piedras y allí

imavera… le dieron un tulipán de cerveza, tradicional de la región y dos mujeres con los

staba aturdida por tal travesura. Se frotó, chupó los senos de una de las mujeres, los cuales se sac

ello. Y ahí empezaron en ese roce interminable. Besos con lengua que se veían desde lejos. Solo se detuvieron para tomar un tazón que realmente no podían ver y comenzaron a olfatear. Y ahí es c

uria como un animal hasta que en su rincón Pablo vio la polla de Yago. ¡Entré en éxtasis! Ya

os sin ver mucho, porque Yago siempre estaba dentro de una de las mujeres, empezó a tocarse contenien

metía en el otro. Sin florituras, sin impor

hacer primero. Hasta que un aullido de tensión y lujuria se apoderó de él, era puro placer en la boca de uno de ellos. Y e

n delgada que se sentía muy atra

de que esa era su naturaleza. Pero, eso nunca podría asu

opio y el placer en aquella cama-barco. Y que ni siquiera se dio cuenta de que las mujer

te no quería ver! Su admiración y