Punto de vista de Daniel:
"¡Maldición! ¡¿Cómo te atreves?!", le grité dándole un puñetazo al agua mientras la veía alejarse.
Luego, me subí al borde de la piscina con los dientes apretados ante la sorpresa de que ella hiciera eso.
"Daniel, estás empapado, ¿qué te pasó?", me preguntó Tatay Berto al verme entrar a la sala. "¿Te metiste a nadar completamente vestido?".
"Vimos a Sophia en su traje de baño hace unos minutos, ¿te uniste a ella?", agregó Nanay Emily, haciéndome respirar profundo para tratar de calmarme.
"Sophia lucía feliz. ¿Nadaron juntos?", insistió Tatay Berto.
"No, ella me empujó", respondí arrugando la frente.
'¡Argh! La audacia de esa mujer, juro darle una cucharada de su propia medicina'.
"¿Qué quieres decir con eso?", me preguntaron al unísono.
"Mi esposa me empujó a la piscina", repetí, cerrando los puños al recordarlo.
La reacción de ambos fue reírse con humor.
"¿Por qué? ¿Le hiciste algo?", consultó Nanay Emily levantando una ceja.
"Por supuesto que no, ¡ella es solo una mocosa molesta!", gruñí, cepillándome el pelo. "En fin, iré a cambiarme de ropa".
Dicho esto, corrí escaleras arriba sin esperar respuesta, pensando en cómo le daría una lección a Sophia.