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Historia

Capítulo 5 Gloriosas manos.

Palabras:2537    |    Actualizado en: 12/07/2021

si se hubiese muerto de repente. Emmeline rápidamente se acercó arrodillándos

doloroso

le d

ad

punto se abre y él se curva del dolor haciendo q

a manchar de rojo. Levanta el dobladillo para verlo y

nía golpes y cortes al cuales estaban cocidos de forma muy ordinaria. La sangre le estaba manchando las vendas a tal punto de trasp

s y mantas para luego ponérselas aún tirado en el suelo. Caminó hacia el bañ

o mundano. —Murmuró, comenzando a sacarle

ue Emmeline le había cubierto y también colocado almohadas, se sentó en

a quieto lo

ace f

agándose el doloroso dolor que l

s, vio la sangre que hab

uiero

lta. —Repit

hecho de que necesita ayuda. ¿Esas h

s me ayudan, par

, pero sus demonios han

, cree demonios para hacer cao

presionó

quí y eso causa que tus heridas em

isc

ó su boca rápidamente, dá

si no quiere, entonces no tiene

dicho sobre mis

en cuestión de segundos, logrando que así pueda tener acceso a cualquier lugar sin que nadie se inmute. No obst

tres veces, ya lo sabía, al igual que sabía

T

a calle y mi padre invocará a Abaddon. —Le reco

ntuvo mirando

ntaje e

ino celes

na forma de relaciona

o la camisa para dejar libre sus heridas, Emmeline se sorprendió cu

e caído seguía teniendo el aspecto de un ángel más y todo su cuerpo irradiaba aquello

e la espalda. No pasó por alto el hecho de que, por más que las heridas estab

rey está tan lastim

sculló h

iso arrebatarle el trono, de otra ma

blanco. “Claro” pensó. “La pr

a que haya ganado, el reino infernal

lidades de que realmente lo perdiese. Lucifer, al cual ya no soportaba tanta humillación al ser comparado con un esclavo

mis súbditos las her

de un combate por el t

lo

sando la venda frí

nsamientos. Lucifer estaba sintiéndose mejor mediante ella le dedicaba su tiempo a cada corte de su espalda, mi

ación? —Aprovechó el momento

conocemos, Lucifer. Lamentab

muy recatada, pero con rasgos únicos y llamativos, el cabello negro azabache con piel de porcelana e

ró. —Pero tiene raz

eran invocados y luego no querían volver. Sus estadías igualmente eran fugaces al cuales no eran más de veinticuatro horas, por lo qu

a

é momen

y genuina con sus palabras. —Pero no hemos llegado a ha

n la cabez

ro. Lucifer entendiendo, se giró dejando que ella estuvies

fijamente, era una mujer precio

también cuando

hemos hablado, solo n

alvar a algún am

arkus y en ese mome

uida

bién tiene a alguien a

ad… No. No

uida de sus

haría? Ellos

ti. No hay muchas personas en la era actual que

demonios hechos para algo en específico,

sencia y los que se llenarán de rencor. Lamento recordarle que en esas situaciones habr

cultaba su sonrisa, no obstante, cuando le arrebataron en trono y lo pusieron de rodillas tal cual e

da i

ra crear un contacto visual. Debía cocerle el corte

, si alza la voz los g

soy de los

le adv

nquila, suelo hacer

a en la piel y luego comenzar a cocer, para su sorpresa L

reino infernal, mis curacione

cocerse, pero generalmente, salía más lastimado que antes e irritado por las inútiles manos del demonio más

s cura

cer y guardó todo para

a hacer, así

e había apagado en su dormitorio por

e sin volverm

consecuencias d

ntre cerr

sabías

e y guardó to

uiso arrebat

debo res

bería respon

a de luz y botó las v

e soy

utoproclamándose m

pone cuando s

or ser un desubicado o le quiera lanzar algo, pero

n tono sarcástico en la forma al ser llamado.

llegar a tenerle una pizca de piedad con sus palabras. I

así que, no debe obedecerme. Agradez

o que por dentro desconfiaba del repentino acto de a

o a un ca

repentina amabilidad era solo una excusa

ue me arrepienta

dría alimentar

entando ha

tá func

pero si indignada de la actit

ho, dado que la puerta

os labios al reconocer la voz de uno de los mayordomos

rna, solo pudo imaginar

Luego miró delante de él a la divertida figura de la sonrisa

e sería capaz de

podría replantearse que no de

detrás de la puerta. —No pu

a mirar a Lucifer, impo

a las

váy

eres ir a mi ini

no da ve

ede o me preparo

, pero

, para luego retroceder unos pasos hasta

ira hacía la p

s horas, señora. —S

preoc

lmente su lacayo

lac

señ

e has avisa

usted, m

s iban a juzgarlo el doble. Emmeline salió de su dormitorio y el mayor

dejarno

tenía su traje desarreglado y el olor a tabaco se le impregnaba en las prendas. Él no había f

, tan perfecta y al

no solo como el lacayo que fue y será. Sin embargo, ahora que mantenían miradas entre el

erra, hasta encontrarla aquí. Que le habían robado y no ignorado su llamado, pero cuando final

alabras, se comu

e ella y rápidamente une l

ora. La he decepcio

ó la mano sob

ván

n la mansión donde ella podía decirle que se quedase una temporada y él debía servirle a Eyra y Niell

egar, ni acciones al cuales debe tomar, de hecho, no es ni siquiera adecuado que haya pisado un pie de este territorio. Sin

as, mi

e está

fer y lo quisieron atacar por ello,

elta. —Suspiro.

erme y tenerme paci

ó, solo apartó la mi

luego girarse e irse del salón dejándola sola. Cuando está sola, mira uno

ardó en recon

a para volver a su habitación, sin ni

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