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Historia

Capítulo 4 Los Bonde

Palabras:4831    |    Actualizado en: 12/07/2021

uien dormía plácidamente sobre su regazo. En sus piernas, dormía Espiga y Furia usando sus zapatos como almohadas. Mientras ellos cuatro disfrutaba

ue aquí debía encontrarse con Aren, por lo que cuando el chofer detuvo el auto en el esta

ine baja del vehículo aceptando la mano como ayuda. Una ve

pasear a sus perros así hace

bedecían a absolutamente nadie que no sea ella. Por lo que, cuando Cadie habló,

lacayo tú,

sup

ría que le cau

ientras sus perros la seguían, pudo notar perfectam

re la estación de servicio y el cementerio y se qu

familiares vestidos de negro sollozaban escuchá

ida jamás lo había experimentado, su familia era inmortal desde antes de su nacimiento, y amigos mundanos no te

sentía

é y donde todo ateo comienza a rezar. Pero para alguien que sabe que Dios y L

a lo lejos, pensativa, h

tienes c

no era su lacayo, al contrario, era Lucifer. Él vestía muy elegan

Saludó. —¿Q

Imitó una reverencia, que hizo q

e está

sino, dis

unos segundos hasta que ellos lo reconocieron y fuer

eso. —Emmeline lo sig

buen amigo, él le confirm

, al cual Emmeline no tardó en reconocer. Sujetó el te

o Lucifer mir

oli

¿En dón

lzó un dedo al aire pidiendo un segundo a

con Aren en… —Observó e

la música

despejarnos. ¡Pero compré

nos segundos y Lucifer co

h? Que volvemos an

parecer en la casa

sonrisa de su rostro para no hacerla enfadar, suponía que las damas te

ntuvo su compostura.

repintió. Ella alzó una ceja y él se aclaró la garga

aron entre s

qué ha

te. —Sacud

aco, menta y alcohol, pero aunque odiase esas tres cosas

l contacto visual para mirar hacia el vehículo. —Espe

mirándola unos segundos

ué me r

me interesa

a el coche. Los perros miraron una última vez a Lucifer para luego se

gundos implorando paciencia pa

ñor

detuvo, pero

azo. ¿Acaso hay un

mento o

zar, pero vo

del Infierno, no le conviene

ue se gira

y, está en tierras donde, quien lo reina, tie

uien los protege e

amenaz

aco

N

unque fue eviden

no, con mis subordinados, específicamente podría apostar que su

do de su parte t

té ser

ser una demostración de que podía ceder fácilmente si se trata

o para mi fastidio, invocaré a un arcángel para que juzgue él mismo las decisiones

que la otra, ambos tenían el punto a

vehículo. Lucifer borró la sonrisa divertida cuando ella le dio

samente como Emmeline volvía solitariame

ré a Aren,

ndrá,

s y tanto la criada como el chófer inter

o macizo con un herraje de cruz se abrieron recibiendo al vehículo que sin tardar avanzó por las hectáreas de jardín lleno de árboles y una preciosa jardinería. Emmeline observó por la ventana c

elante, capta su atención. Estaba tal como

mos de la mansión se acercaron a ab

o recibirla

sonrió

en cono

rataba como hijos. Tenían la boca abierta donde se le salían los colmi

uer

gos faciales casi idénticos a los de Emmeline, hizo presen

e. —S

re detrás. Lo saluda con un leve movimiento con

… animalitos. —

Espiga disfrutan

a

ie deja de depender de Emmeline para volver a su rutina diaria siendo una más de las criadas de Eyra. Cuando

yra se sentó en el diván. —Mi criada hubiese tra

tenía diferente opinión. —Esa criada tuya es

su madre. —Persigue a mi lacayo

legar. —Se llevó una mano a su

a libre, me

edía el sol en una caja de cristal é

hervía. —Sabía que ese bueno para nada, Don Nadie, no estaba

atención en curar las heridas al lacayo que a él, que lo único q

interrumpió. —Mi lacayo es muy servicial,

iels. —Su juicio se pudo haber nub

a Haakon, pero Niels lo seguía recordando como el hombr

—Eyra se puso de pie y caminó hacia la mesa, donde sirvió té pa

dre. —Emmeline directame

de que mantengamos los ojos abiertos y avisemo

a oído hablar sobre él. Protegía a los mundanos y hacia el trabajo sucio de Dios, por lo que

n, entonces. —Murmuró con la

l. —Eyra sonrió, algo apenada. —Pero aún así, no nos quitemos el peso de encima, Abad

ra todos lados, y es demasiado coqueto. N

te

abes q

erce los

doble intención, para él un Bonde deb

extrañamos. —Eyra miró a su esposo para luego

a Lucifer, madre. —Movió la cabeza negan

er otro guardián. —Niels pi

a mi

importancia con un movimiento de la mano. —Si es

an capaces de verlo por más que sea evidente. Niels lo sentía como un incompetente y Eyra co

ignificativamente, sabía que necesitaba a alguien que finja ser un fantasma, no l

mejor guardi

labios asintiendo co

la mañana

ndiente que en la seman

a debo disfrutarte! —Se puso d

ó importancia con un

l de Emmeline y felizmente

ta, Eyra suspira liberand

las sienes. —No te imaginas lo aburri

da se sopo

… Solo estoy algo exhau

asa me en

urrimiento de tu pa

o y mientras más inmóvil se quedaba, más contenta estaba. Su padre era igual, y le llenaba de org

pon

*

fegor resonó por el

d? ¿Re

elos, aspiró profundamente intentado mantener la

u cara? —Amon se puso rojo de la impotencia mirand

u tostada. —Las mujeres tienen el corazón en

u Majestad. —Baalderi

na. —Asmodeo colocó

e giro hacia él rápidamente. —Nada mej

o y galán y la tendrá

os. —¿Es necesario que c

libre albedrío y eso conlleva

iró mal a

, salgan de aquí!

, tras una reverencia se

r lo suficiente capaz

él era el encargado de traer la lujuria y expandirla a su antojo. No obstante, no necesitaba llenar de lujuria a Em

ede

ó con la cabez

omen hizo que se curvara totalmente hacía adelante dejando su v

rgado de ira. «Te arrancaré

el botón y la máquina se elevó llevándolo a su piso. Cuando llegó a su dormito

ba el estar herido los látigos de dolor le rec

uperarse en cuestión de horas, pero en el reino mundano él no tenía ningún tipo de poder para c

u mente recordándole que tampoco dispone de mucho

alguien, él no sabía cómo ser amable y cortejar adecuadamente a

hubo muchas

er capaz de ayudarle y lamentablemen

fernal, acceder a él era difícil dado que Beliar, tras su ascenso al trono, probable

s mujeres indiferentes, e incluso insensibles al amor. Generalmente hacia que la

controlada, por lo que ella e

o convocar a cada uno de sus demonios, por

rrogancia y delirios de grandeza era fácilmente invo

s el rey, acostumbrada a consumir únicamente algo muerto y pod

ba a ser su almuerzo en el suelo, prendió

Lucifer inv

escaso pelo en sus cejas y pestañas, con ojos tan negros como la oscuridad donde vivía, se

que ella tenía una figura física desagradable para los mundanos, en el reino infernal era conocida por tene

y, así que, aunque no tenga mi corona

la boca, al probarla cerró sus ojos aspirando profundamente y lu

sea Su M

nde. —Pronunció su

olucrarme con una Bonde. Conoce las re

lidad caerá so

ro que esta vez iba a poder salirse con la suya; después de todo, Emmeline er

tal petición. —Fingió estar entristecida.—Como habita

sonrió l

, yo so

está su tro

clavos, a mis ayudantes y también te cree a ti. Y créeme, mi pequeño audaz demo

había sido cautivado por la oscuridad gracias a él as

lbedrío. —Le recordó, si ella

bre de r

iente para ayudar a Lucifer. Quería negarse, pero darle la espalda al primer ángel caído que había creado al reino y también a su persona sería algo desventajoso. Lucifer era

alidad de la dama y qué quiere

, poco comunicativa

follar con la protegida de su padre, solo quería

el amor es dolo

doler

a única que sería influenciada

er as

es no i

seguido extenderle una vela acompañada de una reverencia. Luc

s se mantenga prendida, tendrá el corazón de la

asintió con

te guíe de v

ego desaparecer en el aire, al mismo tiempo que las velas con la que

y dejó la vela en su lugar

a del caos de Jaldabaoth, la dama que tan fríamente lo había ignorado

bservar la ventana, la mejor forma de saber si los

*

e incómoda por el exceso de personas y extras en la mansió

aludaron con la cabeza despidi

ador y comenzaba a deshacerse de las joyas y accesorios que portaba. Mientras tanto veía aburridam

ó sobre sus hombros se vio al espejo en ropa interior. El cabello le había crecido tanto que le llegaba

¿

nadie y más lejano se lograba ver los innumerables guardias que vigilaban la mansión. Sacudiendo la cabeza cerró el balcón por las dudas y

earle las b

ación, esperó que Emmeline se lanzara a sus br

e es tan

e eso desconc

¿

me y perseguirme solo hará qu

bían fallado, por lo que ver como Emmeline ni siqui

ey se había d

eacción, sin embargo usted me conoció y supo de mi persona

trucos no funcionaba y le hería gravemente el orgullo. No solo no había fun

ue me sorprende gra

pie, ella observó lo rápido que era para cambiar de expresión con

bre hizo que sintiese un escalof

ón y a mi habitación? —Pregu

prefirió hacerse la desentendid

s? —Preguntó también, observando la habitación c

sus pasos son extr

bía a qué tantos trucos llegaría a utilizar a su antojo. L

stoy comenzando a considerarla una

oy una Bonde, protegida de Dios

protege porque eres ejempl

nes inexpresivas, aunque sus

Bonde que tengo al frente me conoce

en una irónica sonrisa, era de l

ncuerda con su forma t

ó al mostrador y jugó con los pétalos de las flores que sobrevivían en un florero.—Si bien soy un aman

e está am

a de que le adviert

ue abandone

ndola, cerró su mano en un puño y la flor fue vilmente trit

rostro y se mantuvo rígido en su lugar. Cuando volvió a abrir la mano, giró lenta

servó. —Así que respóndem

él seguía siendo un rey al cual llegó a su p

l diván. —Sabes la respuesta. Pero debo de admitir

ió las manos e

edo tener una

ue nuevamente un punto de su herida se había abierto. Belcebú le había cocid

ltó rápidamente sus expresiones al cuales ni

l busca ilusionados tamb

ce que él cerrase la boca cerrando sus ojos. Tragó en seco y con

uavizó cuando vio como él se había pu

uci

ue Lucifer cayó de

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