e 1741 (seis
a, su contramaestre aún no había sido capaz de recuperar el dinero. Le temblaron
dalo. Nos llev
ué pasó c
cia Berry y lo señala con el dedo—. Tú, traza la mejor rut
es demasiado veloz —refuta. Ella le da u
que los otros tres aborden con ella. Sujeta las cuerdas y suelta los amarres p
principio lento, luego va a agarrando veloc
o, sabe que está molesta. Obedece sin chistar y toma dos de los enormes
Catherine ya ha pensado en un plan para pasar las fauces del kraken sin morir en el intento. Por s
mienza a divisar la tan temida zona peligrosa. La capitana se levanta y se apoya en el borde del bote, el viento es tan fuerte que su c
amos a p
o bajo una barrera de arrecife de coral muy filosa. N
ve, empujen con sus remos, y suel
ca?! Nos at
a mirada de Catherine es determinante, e
tana ha perdido la cabeza y los está condenando a muert
evan. Cooke y Berry se miran las caras con temor, sin embargo,
vantarse como si se fuese a voltear, pero no
mos a lograrlo!
bien, cuando de pronto sienten que el bote roza contra un gran coral que casi sobresale del
siente como el poco aire que tenía en los pulmones comienza a escaparse, patalea para intentar subir
más todavía están encima del bote, pero por la posición
lado a otro mientras ella intenta mantenerse a flote. Mira a todos lados y, hacia el sur, logr
sta, al igual que los
ujer muy osada
falta demasiado, si
ahogarlos, sin embargo, ellos no son ningunos novatos en lo que al nado se refiere. Bracean con tod
aer como un peso muerto sobre la arena. Está agotada, y los demás tambi
ue lo logramos —d
logrado. No olvides a
pero aún está muy empapada. La parte de atrás ha quedado completamente llena de arena, pero no
otro lado de la isla, m
es. No podemos per
r bordeando la costa, además, si se introducen en la selva, podrían pe
sol se encargó de dejarlos completamente sec
os obedecen y se esconden entre los ma
, lo han anclado, pero no parece haber nadie a bordo ni
án mojadas —se
ataque sigiloso. Berry, quédate aquí y
mi s
cho tiempo remar hasta el gran barco en la costa. Dejan el bote a un lado y esperan un momento para tratar de escuc
d de madera hasta entrar. Cae con un golpe seco de sus botas esperando ver a
maten a cualquier
e y ni más ni menos, Arden Tydes está de pie allí, con las
ontrar —dice ella con los
sí que no me lo esperaba —ad
derecha y mueve los ojos en un rápido vistazo hacia donde había dejado la espada. Ella se da
e. Se pone en posición de pelea y comienza a realizar estocadas con sua batalla, soltando las palabras agitado. Ella no le contesta, ruge y lo ataca con más insistenc
n la suya, se acerca a la mujer y le jala el brazo para sujetar su muñeca. La presión que ejerce logra hacer que Catherine suelte la espada. Él la empuja ha
atarte! —
tado —dice él, ignorando l
uilleo difícil de ignorar. No podía negar que hace unas horas había sentido un placer como nunca con ese hombre. Sin e
, con la otra, desliza sus dedos por el borde de la blusa de Catherine. Su busto sobresale gracias al corsé que lleva puesto. Arden roza con l
ieta una de las pequeñas tetas de Catherine. Ella cierra los
es, a través del pantalón puede sentir su gran miembro rozando la tela. Arden deja escapar un gemido cuando ella
que había hecho caer y vuelve a amenazarlo
eso, escucha movimiento fuera del camarote. Sale a cubierta y se encuen
que estaban en el barco, mi
roca muy grande y póngalo
vuelve a entrar al camarote, solo para darse cuenta de que Arden de alguna forma, ha escapado p
de que son to
S
yo iré a busca
la. Arden nada increíblemente rápido, sin embargo, no lo suficiente. Se da cuent
zar con las raíces del suelo. Catherine va determinada tras él esquivando las mismas raíc
rmes rocas, pero ella es mucho más ágil
escaleras arriba en forma de caracol, cuando llega arriba se da cuenta de que no tiene escapatori
gaste —sentenci
o sabrás por qu
alea y la espada se le cae, pierde el equilibrio y antes de caer, logra sujetarse del borde de la edificación. Sus pequeñ
a sería fatal. Es
ofiere un grito ensordecedor, está aterrada y su corazón late errático, sabiendo que está ante su inminente muerte. Cierra los ojos esperando sentir
uedan por el suelo un par de metros y e
llevado en su vida. Abre los ojos y se encuentra con los de él. Negros y profundo
salvaste? —cu
lo