de 1741 (sei
ieza a formarse entre los dos. Tener a ese pirata encima de ella de esa forma, solo le hace recordar a la apasionante noche anterior, donde lo tenía entre sus piernas y la hacía gemir de placer. Su miemb
de encima
no pícaro que a ella le irrita. Gira los ojos y asie
bien. No
emarca. Ella suelta una
ni despué
y hojas secas que se le han pegado al cuerpo. Se ha formado un silencio incómodo entre los dos, y ahora no sabe qué decirle. Ha prometido no
s? —cuestion
lta a m
ica se detiene en seco. Pensó que le había dicho es
i siquiera tiene honor entre su mism
ta, no un vu
, mucho menos su barco —refuta ella
él. El pirata es más alto que ella por una cabeza y media, así que tiene que levantar un poco
co un trato espec
o —responde
uese un ser inferior. Se acerca con una mirada seductora. Arden se queda quieto en donde está porque no sabe qué hacer, entonces ella se posiciona bien frente a él y con toda la fuerza que le da su brazo, le propina una cachetada c
e pasa?! —bra
eza a alejar de él. Duda mucho de que haya algún motivo misterioso oculto para haberse robado
r! ¡Tonta niña que jueg
a los dedos medios de sus manos leva
u barco! ¿Crees que podrás con todos
os piratas quieren el barco? No tiene idea de a qué se refiere, bien podría ser un gran embuste, pero algo en su interio
vida porque has salvado la mía, no me ha
uestiona saliendo de
abre paso entre las ramas y raíces, empuja algunas hojas que
es saber el motivo d
go desde hacía un buen tramo. Lo amenaza con ella, apuntando el filo a su cuello
idaré mi deuda contigo y te atravesaré
—. Hay un motivo detrás, de otra
a —or
esa espada de
u cuello. —Arden traga en seco y le sonríe nervi
ere tu navío. —La capitana frunce
or
rco es el más veloz del oc
no entiendo a qué viene
descubierto
ífico” por nada. No solo es el navío más veloz de todos, incluso más veloz que los de la flota oficial del rey Julius III o incluso de los otros reinos del mundo; había un motivo p
lando —responde, intentand
lirroja se ofende ante el comentario y le empuja la es
r. Piensa que a lo mejor es una trampa del c
, Arden se echa hacia atrás y termina de caer al suelo, ella lo amenaza con su espada bajándola lentamente hasta su pecho y la presiona fuerte contra su ropa, que se rasga en el lugar donde el filo empieza a cortar. Él hace un quejido de dolor, pero se ríe y eso provoca la cólera de la capitana. Se apoya con la rodilla en su entrepierna y profundiza la presión de s
es que eres i
o llevar hasta l
podría hac
entrada a la isla calaver
pellejo, pero ya le ha sembrado la duda y no puede quedarse así sin más. Además, si hay otros piratas en busca de su barco, el peligro está lejos de
Me llevarás con los responsables que quiere
i me
por mu
spalda. Mientras, Arden se revisa el pequeño corte que le ha hecho en el pecho. Por
r a los otros piratas acompañantes de Arden. El chico quiere abrir la boca para quej
uerto de Birronto, tene
pitana —r
y comienza su travesía de vuelta a la isla. Catherine toma el timón y observa desde allí a Arden, a quien ha atado en el mástil principal del barco. Desea con todo fervor odiarlo por la humillación que
or ese par de ojos coquetos y seductores. De forma inconsciente se muerde el labio. Arden la mira y se da cuenta de que e
acerca a la capitana. Empieza a hablarle,
pregunta con
Ah
bían dejado ahí. —Le enseña unos extr
é es
ierra que haya visto —responde
núa con una sonrisa burlona. Él sabe algo
a corriendo hasta la cubiert
to? —repite
voy a decir? Eso e
analla. Hablarás, así
os —contesta
en que no conseguirá nada en ese momento. Se va hasta su camarot
rando el barco en el puerto. El chisme se había regado, pa
ie allí esperando verla llegar. Catherine c
ella se baja del navío. Está mirándola con una sonr
rik cuando llega a su lado. Portgas hace un bufido—. Esta mujer,
s hasta el límite y
de ser
s —interviene Cooke y señala a Berr
n gesto de asombro y luego sonríe victoriosa. Esa sería la primera d