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La vida de Candice dio un extraño giro la noche de su boda. Su marido, Greyson, no apareció para consumar su matrimonio. En su lugar, un desconocido irrumpió en su habitación y la violó. El matrimonio se convirtió en un infierno para ella. Mientras intentaba dejar atrás la pesadilla, su suegra aprovechaba cualquier oportunidad para desacreditarla. A Greyson, que debía apoyarla, le importaba un bledo. Al contrario, llevó a su amante a su casa. No pasó mucho tiempo antes de que Candice fuera expulsada de la casa. Todos pensaban que era una debilucha indefensa, sin saber que era una abogada extraordinaria. Llevó al hombre que la violó a los tribunales. Quería pagarle con la misma moneda. En el transcurso del proceso, descubrió estupefacta que el violador es el hombre más rico de la ciudad. Las cosas se le fueron rápidamente de las manos. El hombre intentó por todos los medios pedirle que se casara con él. Ella se dio cuenta de que se estaba buscando más problemas. ¿Cómo ella logría deshacerse de él pero acusarlo al mismo tiempo?
El calor era tan insoportable que la mujer sobre la cama sentía como si estuviera en medio de un desierto, acostada bajo el sol abrasador.
En la suite 8307 del último piso del hotel Crowne, las gruesas cortinas estaban cerradas, dejando entrar apenas un delgado rayo de luz solar.
Luego de vestirse, un hombre giró la cabeza y miró a la mujer que dormía profundamente debido al agotamiento.
Como su mente aún estaba confusa y su visión borrosa, él solo podía distinguir vagamente una silueta femenina.
Entonces se quedó paralizado en su lugar y sacudió la cabeza con ironía. A pesar de que siempre había sido un tipo cauteloso, anoche fue muy diferente, ¡no sabía qué salió mal!
Hasta ahora, seguía sumamente confundido y todo lo que podía distinguir eran imágenes superpuestas.
Frunciendo el ceño, el hombre recogió su traje y sacó un talón de cheques con valor de un millón de dólares cada uno.
Al segundo siguiente, se acercó a la cama y le arrojó la chequera a la mujer en el rostro, diciendo con desprecio:
"Aquí hay diez millones que puedes usar para lo que se te dé la gana. ¡Tómalos y no vuelvas a aparecer frente a mí!".
Anoche, él había perdido completamente el control de sí mismo, y al recordarlo, su expresión se volvió sombría.
Entonces, la cama crujió levemente, señal de que la mujer se había despertado.
"Tómate la pastilla del día después y lárgate de aquí. Y de una vez te advierto que si te atreves a hacer alguna estupidez, haré que te arrepientas hasta de haber nacido", con eso, el hombre giró sobre sus talones y salió de la suite sin mirar atrás.
Candice Blake se despertó cuando la chequera aterrizó en su cara. Todavía aturdida y medio dormida, vio al hombre alejarse y azotar la puerta, lo que le provocó un leve escalofrío.
Después de tomar el talón de cheques, ella lo contempló durante unos segundos. Los pedazos de papel eran tan ligeros como una pluma, pero al mismo tiempo, pesaban tanto como el plomo en sus manos.
¿Diez millones de dólares? ¡Vaya que ese hombre era rico!
Sin embargo, Candice no quería el dinero.
Se suponía que ayer se casaría con Greyson Harman y anoche sería su noche de bodas en esta misma habitación, la cual había sido preparada especialmente para ellos por la familia Harman.
Ella llevaba más de diez años esperando el que supuestamente iba a ser el día más feliz de su vida, pero... el novio nunca apareció.
En lugar de eso, un extraño irrumpió en su suite de repente, la violó en su noche de bodas, la insultó, ¡e incluso le pagó como si fuera una prostituta!
¿Quién diablos se creía este idiota?
Candice tenía la garganta completamente seca y no podía emitir ningún sonido.
Luego de sentarse con dificultad, ella hizo pedazos los cheques y se los arrojó al hombre. Desafortunadamente, él ya se había ido y no pudo presenciar esto.
Fragmentos de papel sin sentido flotaban en el aire como copos de nieve.
Candice se envolvió en las sábanas e intentó levantarse de la cama, pero todo su cuerpo estaba tan adolorido que ni siquiera podía hacer un movimiento. Peor aún, no tenía idea de quién era el hombre con el que había tenido sexo.
¿Qué rayos había sucedido anoche?
Ella recordaba haber esperado a Greyson durante mucho tiempo, pero como él nunca apareció, se preguntó si estaría abajo entreteniendo a los invitados. Un rato más tarde, ella comenzó a sentirse mal, y entonces ese hombre...
Pero, ¿cómo? ¿Cómo demonios habían llegado hasta este punto?
Apretando los dientes, Candice trató de recuperarse y estaba a punto de ponerse de pie cuando alguien abrió la puerta de la habitación de una patada.
Acto siguiente, todas las luces del dormitorio se encendieron repentinamente, y como la cegaron temporalmente, ella extendió la mano para protegerse los ojos.
Entonces, varias personas entraron corriendo, y antes de que pudiera entender lo que estaba pasando, Candice escuchó el obturador de una cámara delante de ella.
Rachel Harman, su suegra, se acercó corriendo y la abofeteó con fuerza.
Y como si el abuso físico no fuera suficiente, enseguida la maldijo a todo pulmón:
"¡Eres una maldita golfa! ¿Cómo te atreves a revolcarte con otro hombre en tu noche de bodas? ¡Has deshonrado a toda mi familia!".
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