'¿Qué ha dicho Greyson?', se preguntó Candice en su mente.
¿Si algo le pasaba a Madilyn, él la mataría?
Ella palideció y se sintió desesperada.
Se mantuvo de pie a varios metros de él. A pesar de la distancia entre ellos, podía sentir su frialdad e indiferencia.
¿Acaso estaba ciego? Ella acababa de tener una experiencia cercana a la muerte y su ropa estaba hecha jirones en ese instante. ¿No se daba cuenta de lo miserable que se veía? ¿Cómo podía cuestionarla de esa manera en el momento en que la vio?
¿O acaso significaba que, sin importarle lo que había pasado, él sería feliz si ella estuviera muerta? A fin de cuentas, ya había conseguido lo que quería y se había divorciado de ella.
"Candice, ya destruiste tu propia vida, ¿y ahora quieres arruinar la de Madilyn?", preguntó Greyson mientras la miraba con desdén.
Ella se sintió profundamente herida por su desprecio.
"¿Me creerás si lo niego?", preguntó con una sonrisa amarga.
El hombre la miró con frialdad y se sintió más irritado.
Cuando estaba a punto de marcharse, Candice lo detuvo y le preguntó:
"Greyson, ¿por qué confías tanto en esa mujer? ¿Y si ella planeó su secuestro?".
De repente, ella guardó silencio. Recordó que tres años atrás había ocurrido la misma situación. En aquel entonces, a él no le interesaba encontrar la verdad y culpó a Candice de todo.
En su corazón, ella era solo una mujer cruel y viciosa. Por el contrario, confiaba en Madilyn sin importar nada.
"¡Eso es imposible! La conozco bien. Ella no es como tú", respondió Greyson con dureza.
Candice se sintió humillada y herida.
¿Madilyn no era como ella?
De nuevo, él se dio la vuelta y quiso marcharse, pero Candice se volvió tan terca que lo agarró del brazo con fuerza.
"¡Deja de buscarla! Estoy segura de que ella volverá dentro de tres días. Greyson, ¿puedes confiar en mí esta vez?".
De golpe, una bofetada aterrizó sobre su rostro.
Quizás Greyson la había abofeteado demasiado fuerte o tal vez ella estaba demasiado débil y exhausta, porque perdió el equilibrio y cayó pesadamente al suelo.
Él quedó en shock y tuvo una sensación de ardor en la palma de su mano.
Ahora Candice yacía en el suelo, mientras levantaba la cabeza y lo miraba sin poder creer lo que había hecho.
Esa era la primera vez que la había abofeteado. La golpeó en el mismo lugar donde Rachel la había golpeado antes. Su cara seguramente estaba roja e hinchada.
"¡Greyson Harman! ¿Crees que no me duele? ¡Nunca te causé ningún problema! ¡Jamás me he quejado o peleado contigo! ¡Pero esto no te da derecho a maltratarme así!", le espetó ella.
El hombre estaba boquiabierto.
Quería decir algo, pero decidió no hacerlo y se fue a toda prisa.
Candice miraba su figura que se alejaba mientras se mordía el labio inferior.
¿Qué diablos hizo?
Ella dejó su orgullo a un lado para rogarle por su confianza, pero ¿qué recibió a cambio?
¿Acaso pensó que de verdad él la elegiría a ella antes que a Madilyn?
Debió esperarse eso.
La habían lastimado en muchas oportunidades y sin contemplación. Sin embargo, ella aún esperaba, una y otra vez, que él le creyera.
Obviamente ella misma había provocado sus insultos y arrebatos.
Candice se quedó en el suelo durante mucho tiempo antes de ponerse de pie. Su rostro ardía de dolor cuando sacó su celular y llamó a su mejor amiga, Bettina Reeves.
"Bettina, por favor, ayúdame a averiguar dónde está Madilyn ahora mismo".
Su amiga quedó estupefacta y respondió de inmediato:
"¿Qué rayos hizo esa perra esta vez?".
"Fingió estar secuestrada y me incriminó de nuevo", explicó Candice con frialdad.
Luego hizo una pausa y agregó:
"Es la misma trampa que usó tres años atrás".
"Averiguaré todo sobre ella. ¡Expondré su verdadera naturaleza ante el mundo! ¡Mi odio hacia ella aún no se ha desvanecido por lo que sucedió en el pasado! ¡Ya verás!", exclamó Bettina indignada.
Candice estaba aún más enojada que su mejor amiga. Quería demostrar su inocencia por sobre todas las cosas.
Ya no era la misma tonta que había sido en el pasado.
Después de la muerte de sus padres, los Harman pensaron que ella se conformaría con un simple trabajo ordinario de oficina, pero no sabían que, después de graduarse, ella había iniciado un bufete de abogados con Bettina y que además se había vuelto muy famoso.
Esta vez, se vengaría y les haría pagar a aquellos que la humillaron y la incriminaron tres años atrás.