"La señorita Sanderson salió muy temprano esta mañana.
Parecía tener prisa por algo.
No sé dónde está ahora", dijo la recepcionista, mirando el ramo de flores con celos.
Se veía tan caro que seguro equivalía a un par de meses de su salario.
"Está bien, entraré. Y recuerda pedirle a alguien que ahuyente a este tipo. ¡Es realmente molesto verlo ahí!", se burló Henson.
El incidente enfureció un poco a Trevor, que le preguntó a la recepcionista: "Este tipo no tiene una cita, ¿cierto? ¿Por qué puede entrar así como así?".
Podía decir que este cabrón estaba persiguiendo a su hermana.
Y, encima, ¡la recepcionista lo dejó entrar tan fácilmente!
¡Vaya doble moral!
Volteándole los ojos con impaciencia, la chica respondió con firmeza: "El señor Henson Cairon es el heredero del Grupo Sen Tale. Tú no eres nadie comparado con él".
A unos pocos metros de distancia, Henson también había escuchado el reclamo de Trevor, así que se le acercó para empujarlo con arrogancia.
"¡Mírate, vestido con esa ropa andrajosa!
¿Cómo alguien tan miserable como tú se atreve a poner un pie en Finca Willard?
¿Puedes siquiera permitirte pagar por este lugar?".
"¡Sin cita no entra!", repitió la recepcionista.
"¡Esperemos y veamos si puedo entrar hoy!".
A pesar de que Trevor estaba furioso, trató de reprimir su ira, sacó su teléfono y salió por un rato.
"Oye, ¿no acabas de decir que entrarás? ¿Por qué te vas? ¡Vuelve si tienes cojones!", le gritó Henson con una sonrisa desdeñosa.
Para su asombro, Trevor pareció haber cortado la llamada en medio de la conversación, y se giró para mirarlos a ambos.
"¡Pobre bastardo! Lo creas o no, ¡te voy a dar una golpiza!", soltó Henson, apretando los puños.
Por la actitud de Trevor, estaba claro que no lo estaba tomando en serio.
"Señor Cairon, cálmese, por favor. Ya llamé al personal de seguridad. ¡Les he pedido que le rompan las piernas a este sujeto para que no pueda regresar!", gritó la recepcionista amenazando a Trevor, en un intento de complacer a Henson.
En ese preciso instante, los tres escucharon una agradable voz que sonaba a sus espaldas.
"¡Me gustaría ver quién se atrevería a golpear a mi hermano!".
Acto seguido, una joven hermosa y elegante irrumpió en la escena.
Se trataba de Evie, la hermana de Trevor.
La chica llevaba su larga y preciosa cabellera suelta, luciendo una piel suave y tersa. Se veía muy sofisticada e intelectual para su edad.
Sin embargo, sus ojos estaban cubiertos con una sensación de ira.
Pronto, el vestíbulo se quedó en silencio ante su presencia. Nadie se atrevía a respirar fuerte, pues era la primera vez que los miembros del personal y Henson la veían tan enojada.
"¡Señorita Sanderson!", la saludó la recepcionista con mucho respeto.
A su vez, mirando a la chica de sus sueños, Henson rápidamente sacó el ramo de rosas que había preparado y se las entregó.
"Señorita Sanderson, yo mismo seleccioné cuidadosamente cada rosa para usted. En cuanto a la cooperación con Sen Tale Group, deberíamos conversar sobre la extensión del contrato", dijo el hombre con caballerosidad.
Fría como el hielo, Evie espetó: "¡Estabas pensando en lastimar a mi hermano hasta hace un segundo, así que ni sueñes con esa extensión de contrato!".
Al escuchar eso, los ojos de Henson se abrieron de par en par con horror.
Luego, se volteó a observar a Trevor por un segundo...
Pero pensando que un tipo como él no podía ser el hermano de Evie, lo ignoró.
Seguidamente, continuó mirando a su alrededor durante otros sólidos cinco minutos, sin poder encontrar al hermano de Evie por ningún lado. A raíz de ello, sintió que Evie solo le estaba dando una excusa para evitar firmar el contrato.
Por lo tanto, sonriendo con amargura, dijo: "Señorita Sanderson, disculpe, pero... nunca he visto a su hermano, y mucho menos pensaría en golpearlo. Mire, si no está satisfecha con mi propuesta, tal vez podríamos renegociar los términos".
Dado que el Grupo Sen Tale se había enfrentado a una gran crisis financiera ese año, si no conseguían ese proyecto con Evie, la empresa se iría a la quiebra.
Cuando eso sucediera, Henson quedaría reducido a un estado de pobreza extrema.