"¿Winnie?".
Gerald se sorprendió cuando la atrapó porque había pensado que era Winnie. No obstante, al mirarla bien, se dio cuenta de que estaba equivocado.
Y es que la mujer en sus brazos tenía un pequeño lunar en el rabillo del ojo, y su cara era solo un poco más pequeña que la de Winnie. Eso significaba que esta no era su prometida, sino Sheila, la hija adoptada de los Newell.
¿Qué estaba haciendo ella allí?
Su rostro estaba pálido como un papel, y su ropa y cabello estaban empapados como si acabara de ser torturada miserablemente.