Aunque Natalie ya sabía la respuesta de Garrett, quería preguntárselo en persona.
No podía creer que su propio papá se atreviera a lastimarla así.
Al escuchar la pregunta mordaz de su hija, Garrett sintió una profunda culpa, por lo que desvió la mirada.
A lo largo de los años, el hombre había llegado a sentirse intimidado por su hija mayor.
Cuando Garret miró los ojos claros de Natalie, recordó a su difunta esposa, lo que lo hizo sentirse muy incómodo.
"¿Cómo te atreves a hablarme así? ¿Crees que soy un convicto a quien puedes interrogar? ¡Soy tu papá!".
Esbozando una sonrisa burlona, la chica dijo: "Tienes presente que eres mi papá, pero aun así dejaste que tu esposa me hiciera daño. ¡Dejaste que Flora intentara obligarme a casarme con Jarvis Braxton!".
Natalie sabía que sin la autorización de Garrett, su madrastra no habría tenido las agallas para hacer algo tan cruel.
Ahora que lo mencionó, Flora dejó de fingir ignorancia y espetó: "La familia Braxton quería que una de mis hijas se casara con Jarvis, pero no eligieron a ninguna en particular. Además, los Braxton son muy poderosos e influyentes en la ciudad. ¡Deberías agradecernos por haberte elegido un partido tan bueno!".
"Si es tan buen partido, ¿entonces por qué no dejaste que Alisha se casara con él?". La voz de Natalie adquirió un tono peligroso.
Antes de volver a casa, había ido a la mansión de los O'Brien, donde le dijeron que Rowley y Alisha ya habían salido.
En ese momento Natalie sintió que su mundo se derrumbaba, porque Rowley la había abandonado.
A esas alturas él ya sabía que lo habían engañado y que su novia había sido reemplazada. Entonces, ¿por qué no había ido a buscarla?
"¡Suficiente!", rugió Garrett. "Alisha está mal de salud. Si se casaba con alguien de la familia Braxton, solo sufriría. Tú eres su hermana mayor. ¿Qué hay de malo en que hayas tomado su lugar y te hayas casado con Jarvis?".
Al escuchar las palabras de su papá, Natalie lo fulminó con la mirada, mientras su corazón punzaba por la amargura. Con los años, la chica se dio cuenta de que su papá era parcial con Alisha. Sin embargo, en esa ocasión se había pasado de la raya.
"Mamá falleció hace años. Parece que ya olvidaste que sigo siendo tu hija. No me apoyaste en mis estudios y siempre hiciste la vista gorda ante la forma en la que Flora me trataba".
"Ella es tu mamá. ¿Cómo te atreves a faltarle al respeto de esa manera?", espetó el hombre en tono de reproche.
"Mi mamá murió hace mucho tiempo".
Mientras Natalie hablaba, sus ojos estaban llenos de dolor y frialdad. Desde que Flora y su hija se mudaron a la casa de Natalie, a esta nunca se le permitió sentarse en la misma mesa con ellas. Tampoco comían lo mismo, pues lo único que Natalie comía eran sobras.
Cuando la chica terminó la preparatoria, tuvo que conseguir trabajos de medio tiempo para poder ir a la universidad y pagar su matrícula.
A pesar de que su familia era acaudalada, ella llevaba una vida peor que la de una chica normal.
Alisha, quien era conocida como la niña mimada de la familia Rivera, solo usaba ropa de diseñadores famosos, iba a clubes de lujo y salía de fiesta, mientras que Natalie vestía ropa barata y solo salía a trabajar.
En todo Bloridge nadie sabía que Alisha tenía una media hermana.
Natalie pensó que al menos podría casarse con el hombre que amaba y dejar a la familia Rivera, pero nunca se imaginó que su madrastra y su media hermana la tenderían una trampa.
Flora fingió tratar de suavizar las cosas, pero sus palabras solo agregaron leña al fuego. "Garrett, no te enojes con Natalie. Ella tiene razón. No soy su madre biológica y sé lo que siente por mí, pero no hay problema. No quiero que tú y ella se peleen por mi culpa".
"¡Mira, mocosa desagradecida! A pesar de todo, Flora te defiende". En ese momento, Garrett se sentía aún más decepcionado con Natalie. "La familia Braxton vino a cancelar el compromiso, así que ya no tendrás que casarte con Jarvis. Como este asunto ya está resuelto, será mejor que vuelvas a tu habitación y te cambies de ropa. ¡Deja de hacer el ridículo aquí! Hay asuntos más urgentes que tratar en la empresa, así que ya tengo que irme".
Dicho lo anterior, Garrett se marchó sin mirar atrás.
Natalie, por su parte, sonrió con amargura. Había pasado más de una década desde que su mamá había fallecido, pero su papá nunca se había preocupado por ella. Por esa razón, no se molestó en continuar malgastando su aliento con Garret.
Tan pronto como este último se fue, Flora abandonó su actuación de madrastra bondadosa y frunció el ceño hacia Natalie. "Perra, ¿cómo te atreviste a escaparte de la boda? ¿Dónde demonios has estado? ¿Te agradó mi obsequio?".
Entonces Natalie se volvió hacia Flora y, mirándola con frialdad dijo: "¡Eres sumamente despreciable! ¿No le temes al karma?".
Al escuchar las palabras de su hijastra, la mujer sonrió con arrogancia, después de lo cual dijo: "Ahora mi hija es la nueva señora O'Brien. ¿Quién te crees que eres? No mereces competir con Alisha. Además, me pregunto si Rowley ya sabe que hace algunos años tuviste un bebé. ¿Crees que podrás ocultárselo a los O'Brien para siempre?".
Al escuchar las palabras de su madrastra, el rostro de Natalie se ensombreció. Su secreto más grande había sido expuesto, y Flora se lo había restregado a la cara con aire de suficiencia.
"En esa ocasión también fueron tú y Alisha quienes me tendieron una trampa".
Ciertamente cinco años atrás Natalie había tenido un bebé, el cual había fallecido al nacer. Por si eso fuera poco, la chica no sabía quién era el padre.
Sin embargo, no había tenido el valor de contárselo a Rowley. Lo anterior era una pesadilla que Natalie quería olvidar.
En tono burlón Flora agregó: "¿Y qué? Aunque se lo digas a tu papá, no te creerá. ¡Todos los bienes de la familia Rivera le pertenecen a mi hija, no a ti! Por cierto, hay una cosa más... El bebé que tuviste no murió. Ahora es un niño muy hermoso".
"¿Qué? ¿Dónde está mi hijo?". Natalie fue tomada por sorpresa. Sintió un dolor punzante en el corazón al pensar en el bebé que llevó en el vientre durante nueve meses.
"Realmente quieres saberlo, ¿verdad?", preguntó Flora sonriendo maliciosamente. "¡Arrodíllate y pídemelo! Solo entonces te lo diré".
"¡Flora Rivera, algún día pagarás por todo lo que has hecho!", siseó Natalie con los dientes apretados.
……
En el bar La Lune, Natalie bebió copa tras copa de vino con el estómago vacío. Cuando su cabeza comenzó a dar vueltas, no sabía cuánto había bebido.
Se sentía desesperanzada cuando pensaba en cómo Flora y su hija le habían arrebatado su felicidad, y cómo Rowley la había abandonado.
"Natalie, ya fue suficiente", le dijo Brinley Lauren a la chica, al mismo tiempo que le arrebataba la copa de vino medio vacía. Cuando vio la expresión de tristeza en el rostro de su amiga, sintió mucha pena por ella.
"Solo tu madrastra y tu media hermana son capaces de hacer algo tan terrible. Bueno, al menos pudiste escapar de la mansión de la familia Braxton".
Jarvis era un hombre tan misterioso, que muy pocas personas habían visto su rostro. Debido a eso, se escuchaba todo tipo de rumores sobre él en la ciudad.
"Brinley, me siento muy triste, porque papá me ignora y deja que Flora y Alisha me pisoteen".
Ante tales circunstancias, ¿cómo podría Natalie no sentirse triste? Ser abandonada y herida por la propia familia era algo terrible.
Peor aún, todavía no había podido comunicarse con Rowley.
"Brinley, Rowley también me abandonó. Ya no tengo nada". La tristeza era demasiada para que la chica pudiera soportarla, por lo que las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas.
"No digas eso. Me tienes a mí. Tranquila. No llores, por favor", dijo la chica al mismo tiempo que frotaba la espalda de su amiga, en un esfuerzo por consolarla. "¡Rowley es un bastardo! Hay muchos peces en el mar. Puedo presentarte un hombre mejor. Uno que sea rico, apuesto y soltero...".
¿Un buen hombre?
De repente el hombre de la noche anterior vino a la mente de Natalie. Cuando los recuerdos de esa noche volvieron a ella, sus mejillas se sonrojaron.
Pero, ¿por qué de repente pensó en ese hombre?
"Te conseguiré a alguien ahora mismo. Solo necesito hacer una llamada. Espérame aquí". Dicho lo anterior, Brinley salió corriendo para hacer una llamada telefónica.
Recostada sobre la mesa, Natalie alcanzó lentamente el vino. De repente vio una figura familiar en la distancia.
¡Era Rowley!
Inmediatamente sacudió la cabeza para recuperar la sobriedad, después de lo cual se tambaleó para alcanzarlo...