Natalie estaba mintiendo.
A decir verdad, no tenía ninguna solución para el problema de capital de la empresa y solo había dicho eso para llamar la atención de Garrett.
Desde el día en que se negó a cenar con la familia Rivera, no había tenido contacto con ellos y le sorprendió que Flora y su hija no le hubiesen causado más problemas.
Por fortuna, Garrett había mordido el anzuelo y ahora lo tenía a su disposición. "Bien, querida, puedo ir a buscarte ahora mismo. ¿Sigues trabajando en la empresa?".
¿Querida? Natalie casi se empieza a reír cuando escuchó eso.
¡Qué cínico!