Confundida, Vivien miró con recelo el rostro sonriente de Lucinda.
Al mismo tiempo, esta abrió el maletín lleno de dinero, agarró un puñado de billetes y se los lanzó a Vivien a la cara.
Antes de que ella pudiera reaccionar, vio que algo se precipitaba hacia ella. Al segundo siguiente, sintió un intenso dolor en la cara. Los billetes flotaban en el aire mientras el maletín caía al suelo.
Vivien se quedó boquiabierta.
"Aquí tienes un millón. Deja para siempre a la familia Roberts y el dinero será tuyo. ¿Qué te parece? Esto es mucho más de lo que me ofreciste", expuso Lucinda.
"¿Por qué, tú...?".
Vivien estaba tan furiosa que su pecho se agitaba violentamente y su rostro se puso lívido. ¡Cómo se atrevía esta zorra a tirarle el dinero a la cara!
¡Lucinda incluso se atrevió a usar sus palabras contra ella!
"¡Perra! ¡Maldita zorra! ¿Cómo te atreves a alardear del dinero que has conseguido acostándote con vete tú a saber quién? ¡Qué zorra eres! ¡Te voy a matar!".
Con una mirada asesina, Vivien se abalanzó sobre ella, preparada para atacar.
Malcolm reaccionó con rapidez y se puso delante de Lucinda, pero esta lo apartó de un empujón.
Sin dudarlo, Vivien levantó la mano para darle una bofetada. Pero Lucinda la agarró por la muñeca y le retorció el brazo, inmovilizándoselo a la espalda.
La otra intentó golpearla con la otra mano, pero ocurrió lo mismo. Con los dos brazos a la espalda, Vivien estaba sometida.
La represalia de Lucinda fue muy limpia y rápida.
Ella fue ágil y eficaz, y parecía tranquila y serena todo el tiempo.
Esto se debía a que todos los descendientes de la familia Simmons fueron entrenados para luchar a una edad temprana. De ese modo, si se enzarzaban en una pelea en el futuro, podrían derrotar al menos a cinco hombres en un instante. Como Lucinda era una niña, no era tan fuerte como sus hermanos mayores, así que su padre la obligó específicamente a practicar jiu-jitsu.
A los doce años, ya era cinturón negro. Pero como prefirió estar con Nathaniel y pasar desapercibida en la familia Roberts todos estos años, nunca había demostrado sus habilidades de lucha.