Con la llave del auto en la mano, Lucinda empezó a buscarlo piso por piso.
Tardó veinte minutos en encontrarlo.
Mirando el Volkswagen verde, no pudo evitar reírse por lo bajo.
Era un vehículo nuevo, pero pasado de moda. Aun así, era más práctico de lo que parecía. Al fin y al cabo, distaba mucho de ser ostentoso.
A Lucinda le gustaba mucho.
Estaba deseando subirse y probarlo.
Justo entonces, la voz chillona de una mujer despechada sonó detrás de ella.
"¡Eh! ¿No es esa nuestra nueva directora? A ver qué auto tienes".