Lucinda entrecerró los ojos hacia Susan. "No vuelvas a hablarme así. El señor Simmons me ofreció el trabajo. Si tienes algún problema, ve a hablar con él".
Sin palabras, Susan la miró con resentimiento.
La otra ni se inmutó. Tomó un sorbo de café y sonrió con complacencia. "Puede que me falte experiencia, pero tú no estás calificada para cuestionar mi formación académica".
Al oír eso, Susan estalló en una risa desdeñosa. "¿Ah, sí? ¿De dónde sacaste el diploma? ¿Te graduaste en la universidad? Para ser jefa de departamento aquí, se necesita al menos un título de posgrado. ¿Lo tienes?".